Una noticia publicada en el portal Las2Orillas llamó la atención de los samarios sobre la agresiva retaliación que tuvo en contra de la Fuerza Armada uno de los dueños de La Marina perteneciente a la familia Dávila Abondano, dueña también del poderoso grupo económico Daabón que está aliado políticamente al expresidente Álvaro Uribe y a los parlamentarios que actualmente representan al Magdalena en el Congreso, simplemente porque le detuvieron el yate en el que estaba pescando a 20 millas de la bahía.
La reacción inaceptable fue realizada por Juan Carlos Dávila, presidente del grupo Daabón, el cual, como es dueño de La Marina, de rabia porque le detuvieron el yate, expulsó a la Armada Nacional de la Marina Internacional, en donde la institución tenía acceso a un muelle.
Al socio dueño de La Marina, la cual se encuentra sobre el mar y en La bahía de Santa Marta, no le importó que por esos días la Armada le iba a entregar dos lanchas a Santa Marta para la protección de la bahía y sus costas, en un acto en el que se preveía la presencia incluso del Presidente Iván Duque, pues sin el acceso al muelle de la Marina Internacional y por la rabieta del Dávila, porque le detuvieron el yate, la operación de entrega de las lanchas se canceló en el muelle que la Armada tenía allí.
La pregunta que se hace todo el mundo en Santa Marta ahora es si, el hecho de ser los dueños de La Marina sobre la jurisdicción de un mar que le pertenece a la ciudad, le da postestad al referido personaje rico para mandar al carajo a la Armada Nacional, irrespetando a la autoridad e imponiéndose por encima de la Ley.
