Definitivamente, el alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez y el Distrito, están durmiendo con el enemigo o tienen una tremenda piedra en el zapato, en la oficina jurídica de la Alcaldía.
Nos referimos a la exmagistrada y ex vice procuradora, Martha Castañeda, quien en lugar de defender los intereses del distrito de Santa Marta, parece que se ha dedicado a hacer lo contrario.
Dos actuaciones indebidas, no dignas de una Secretaria Jurídica, así lo corroboran. Primero lo demostró con el extraño comportamiento de no querer dar poderes, para que otro funcionario defienda jurídicamente a la Alcaldía, a pesar de que públicamente aceptó que el alcalde Rafael Martínez la trasladara a la oficina de Contratación de la administración e incluso dijo estar acertado ese traslado. No obstante, a lo que volvió a su oficina, cambió de actitud y pareció que se hubiera transformado en otra persona, como si se le hubiera metido otro espíritu más obstinado, por lo que empezó a develarse en contra de los intereses de la administración o lugar de su trabajo y para lo cual la nombraron.
La última transformación indebida se vio hace cuatro días, cuando increíblemente envió una carta en donde se evidencia su intención contraria, es decir, en ella pide que el escenario que por ley desde 2014 pasó a manos del Distrito, se lo regresen a la Gobernación.
Como es sabido por todo el mundo, el escenario fue cedido por el Departamento al Distrito mediante decreto 489 del año 2014, en estricto cumplimiento a la ley 181 de 1995, la cual indica en su artículo 70 que todos los escenarios deben estar en cabeza de los Distritos y municipios.
No obstante, la Gobernación del Magdalena, a finales del año 2018, inició una actuación administrativa en contra de la Alcaldía de Santa Marta, para pedir la devolución de ese escenario deportivo, en otrora el estadio donde el amado Unión Magdalena se coronó campeón del fútbol colombiano en 1968.
Para enfrentar esa batalla perdida e iniciada por La Gobernación a cargo de Rosa Cotes, la Alcaldía administrada por Rafa Martínez contra atacó y presentó sendos recursos y nulidades, porque se presentaron deficiencias en el procedimiento de la actuación administrativa adelantada por la Gobernación.
Con base en dichas intenciones, el nueve de abril de 2019, el anterior Jurídico de la Alcaldía presentó demanda de nulidad simple con medida cautelar en contra del Departamento del Magdalena, pretendiendo la nulidad de la reversión de la cesión del Estadio Eduardo Santos y como medida la suspensión de la actuación administrativa por violación al debido proceso y fundamentarse en contra de la ley 181 de 1995, demanda que le correspondió en primera instancia al Tribunal Administrativo del Magdalena, radicada bajo el número 2019-250.
Sin embargo, han transcurrido más de cuatro meses y el Tribunal Administrativo aún no se ha pronunciado sobre la solicitud de medida cautelar. Pero eso no es la noticia. La noticia es el inexplicable cambio de la funcionaria mencionada, la cual en lugar de defender los intereses del Distrito, increíblemente, trata de defender los de la Gobernación, cuando radicó un oficio, solicitándole al Tribunal Administrativo que reexaminara la admisión de la demanda y en consecuencia rechazara la misma, para no darle trámite a la medida cautelar.
Hay que recordar que la actual directora Jurídica, Martha Castañeda, fue nombrada por el exalcalde encargado Andrés Rugeles, quien en el poco tiempo que estuvo allí, apenas cuatro meses, hizo amistad con la mandataria departamental y todas las demás familias tradicionales que siempre han gobernado a la ciudad y el Departamento e intentó devolverles a la fuerza el poder local que perdieron por votos hace siete años, pero que para ellos parece que lo han sentido como si hubiera transcurrido una eternidad, porque lo han buscado de nuevo de todas las formas posibles e incluso hasta de la manera correcta como es y debería ser siempre, es decir, a través de la democracia o el voto popular, pero con este último modo todavía no lo van a poder volver a conseguir, debido a que el movimiento que llevó al actual Alcalde a ese cargo máximo de la ciudad, todavía sigue aumentando sus adeptos, precisamente por las abruptas y muy evidentes arbitrariedades de sus opositores.
