Santa Marta

Jefe de Jurídica se niega a entregar puesto tras aceptarlo públicamente

Ya han transcurridos 28 días desde que el alcalde Rafael Martínez ordenó públicamente, en su segundo Consejo de Gobierno tras su regreso a la Alcaldía, el traslado de la Secretaria de Jurídica, Martha Castañeda, a la oficina de Contratación y no ha habido forma alguna que la funcionaria cumpla con ese mandato, a sabiendas de que es consciente que está cometiendo un acto disciplinable.

Pareciera que, para ella, tiene más valor una orden dada por un alcalde nombrado para favorecer a un grupo de personas y quien ya no está ni siquiera en el país, que la determinación del verdadero Alcalde elegido popularmente en franca lid y como lo exige la democracia. Es decir que a ella, una abogada, exmagistrada y ex vice procuradora, conocedora muy bien de las leyes, pareciera que le importara un bledo las leyes o tuviera alguna especie de licencia para burlarse de ella e irrespetarla.

Aquel martes 06 de agosto reciente, todo el mundo vio en el Facebook live que transmitió el segundo Consejo de Gobierno de Martínez a su regreso, cuando la funcionaria incluso dijo que estaba de acuerdo con su traslado y se comprometió a “servirle a la ciudad” en su nuevo encargo desde la oficina de Contratación del Distrito.

No obstante, a lo que volvió a la Secretaria Jurídica, cambió de repente de posición y empezó a mostrarse como la piedra en el zapato de lo que le queda de tiempo en la actual administración, pues como es lógico su estancia en ella solo podrá resistir hasta el próximo 27 de octubre, de ahí en adelante su salida de la Alcaldía será irreversiblemente imparable.

Mientras tanto, la funcionaria no solamente se ha erigido ya como la más fiel funcionaria obediente de obstrucción a la actual administración que dejó el alcalde “transparente” que trajeron encargado con un solo y muy evidente propósito, sino que también se ha venido transformando en un fenómeno anti jurídico para la misma Alcaldía, pues incluso tuvo la osadía hasta de defender jurídicamente a la Gobernación en un proceso en contra de la Alcaldía, algo inaudito, anti ético, incongruente, que ni siquiera enseñan en los colegios de leyes del mundo.

En lo que se ha convertido la Secretaria Jurídica ( que ya no lo es por orden del Alcalde) y sin embargo ella dice que lo es por encima de cualquier ley judicial y moral, nos hace pensar en una película de terror que por un tiempo fue taquillerao. Por eso nosotros creemos hoy en día que el alcalde Rafael Martínez deberá convivir por lo pronto con ese personaje en su administración hasta el día en que podrá liberarse de él, después del ansiado 27 de octubre, no hay otra.

Y es que las contradicciones de ese nuevo fenómeno jurídico no solo paran ahí, pues en un reciente pasado, cuando su creador o mentor, Andrés Rugeles, la nombró en ese cargo, ella misma respaldó el traslado que el alcalde impuesto le hizo al Secretario de Gobierno, Adolfo Bula, hacia la Secretaría de Desarrollo Económico y de cuyo mandato la connotada jurista no observó ninguna contravención a las normas sino que por el contrario avaló dicho traslado.

No obstante, el alcalde Rafael Martínez dice tener una especie de agua bendita que podría exorcizar el espíritu maligno que hay en estos momentos en su moribunda administración y la cual consiste en “tomar el control de la oficina de la Secretaría Jurídica distrital a efectos de materializar la posesión e inicio en el desempeño de sus funciones del nuevo secretario jurídico”. La toma, se anunció, “se cumplirá a las 11am del día de hoy con el acompañamiento de las entidades pertinentes”.

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