Por Antonio Tobias Herrera
El Distrito Turístico, Cultural e Histórico de Santa Marta es uno de los destinos más apetecido por el turismo nacional así como el internacional, tanto así que muchos de los que vienen de otras parte de Colombia o del exterior, se han quedado a vivir aquí, porque como dice un slogan promocional de Colombia, “el riesgo que te quieras quedar”, y en el caso de Santa Marta, en efecto mucha gente quiere venir.
Siendo una ciudad con muchas “puertas abiertas” para el ingreso de personas procedente de todo el mundo, y siendo un destino deseado, era casi que lógico, que desafortunadamente llegara el Coronavirus, máxime cuando el Gobierno nacional no tomó las medidas requeridas a tiempo y permitió que llegara el virus al país, que entrara por la capital Bogotá, y de ahí se expandiera al resto de Colombia, tocando a Santa Marta y el Magdalena.
Ese primer caso se detectó en la ciudad de Bogotá y fue en una ciudadana procedente de Milán Italia. El 6 de marzo lo confirmó el Ministerio de Salud.
Afortunadamente en Santa Marta y el Departamento del Magdalena las autoridades tomaron medidas a tiempo, pero ya el virus había entrado al país.
Como es sabido, a Santa Marta se ingresa por tierra, por carretera llegan miles de vehículos con miles de visitantes de todos los sectores del país, e incluso de países fronterizos. Vía aérea igualmente arriba mucha gente, de las cuales un gran número procede de Europa, y otros de Estados Unidos, pero además es una ciudad puerto, y vienen barcos de carga y cruceros, así como personas en yates e incluso veleros, muchos de ellos sin los rigurosos controles requeridos para la seguridad de los ciudadanos nacionales.
Pero no solo están arribando turistas, en los últimos año una oleadas de migrantes, especialmente de Venezuela por lo que todo sabemos, llegan a la ciudad sin ningún control, como incluso se observa en esta época de pandemia y cuarentena que transitan por la ciudad como si nada.
TODAS LAS POSIBILIDADES
Con todas estas “ventajas” el Coronavirus tenía todas las posibilidades de entrar a Santa Marta, como efectivamente pasó, y tenemos que aceptar que esta ciudad Dos Veces Santa y con todas las bellezas naturales de que la dotó Dios, atrae a “Raimundo y todo el mundo”, por eso Rodrigo de Bastidas se enamoró de este lugar y la fundó aquí, por eso Simón Bolívar se enamoró de estas tierras y vino a pasar sus últimos días de vida aquí, por eso los marineros ingleses que llegaron al puerto se bajaron del barco y jugando el primer partido de fútbol en estas playas, pero así como estos grandes personajes, debemos aceptar que también muchas personas de otra condición llegan sin control, como los miles de extranjeros, sin estigmatizar a nadie, procedente de países que son focos de este virus y facilitan el contagio.
Ahora lo que toca es seguir las recomendaciones que acertadamente han decretado las autoridades distritales y departamentales para evitar la masiva propagación de este mal.
