Santa Marta

Santa Marta ahora es menos violenta

En mis 40 años cubriendo noticias judiciales en Santa Marta, pude ver, palpar y registrar muchos homicidios desde las escenas de esos crímenes. No existían las redes sociales, sino las emisoras y periódicos de donde informábamos los casos que a diario se presentaban en gran cantidad en la ciudad.

Los hechos de sangre se incrementaban los fines de semanas, entre las noches de los viernes hasta los lunes por las madrugadas.

Los lunes publicábamos en El Informador y Radio Galeón, en cuyos dos medios siempre laboraba hasta simultáneamente, el resumen de los muertos de los fines de semanas y los cuales casi siempre pasaban la cifra de siete homicidios.

Durante esos 40 años jamás oí o leí que la culpa de tantos asesinatos en Santa Marta era del Alcalde o del Gobernador, porque se sabía que eran los menos culpables, pues la ciudad estaba en manos de una banda criminal llamada Los Chamizos, que era la que asesinaba a veces por negocios y otras por limpieza social y en muchas ocasiones mataban al que no era o por equivocación.

Aunque todo el mundo sabía quiénes eran, nadie los señalaba ni siquiera las propias autoridades. Todo el mundo en Santa Marta les tenía miedo e incluso con solo mencionar el nombre de Chamizos, a la gente le entraba terror. Y a los alcaldes y gobernadores, aunque ellos hacían consejos de seguridad y les pedían a la Policía que cumpliera con su misión de proteger al ciudadano y mantener la seguridad en la ciudad, nadie les echaba la culpa, por cuanto se era consciente de que una cosa es dar instrucciones para mantener el orden y otra es evitar un crimen cuando no se sabe cuándo ni dónde va a suceder y tampoco se conoce la intención del criminal, aunque en el entonces se suponía quiénes cometían esos asesinatos.

Antes mataban en Santa Marta más que ahora, a diario y a cualquier hora. De modo que me causa curiosidad oír y leer que algunos colegas o gente del común, veteranos y jóvenes, dicen que “Santa Marta se ha convertido ahora en una ciudad insegura o violenta” por tantos asesinatos.

Tal vez se les perdona a los jóvenes esa ignorancia por no haberlo vivido, pero que veteranos y sobre todo colegas, solo por criticar políticamente a la actual gobernante de la ciudad, digan o afirmen semejante mentira, desconociendo la cruda realidad de Santa Marta en los últimos 40 años, tiempo durante el cual soportó primero una guerra de sangre y venganza entre dos familias guajiras, en los años 70 y comienzo de los 80 con muchos muertos y en la cual hubo hasta carro bomba y luego le tocó tolerar la presencia del grupo asesino de los Chamizos y la matazón entre paramilitares desde mediado de los 80 hasta el 2007.

Quien desconozca ese reciente pasado cruento de Santa Marta está condenado a repetir las estupideces de que: “Santa Marta ahora es más violenta”.

Por Álvaro Cotes C.

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