Santa Marta

¿Sabes quién aprobó el puerto de Taganga y quiere pasar de agache? Aquí en Cambio24 te lo contamos:

La empresa Térlica SA del grupo Daabon, cuyos dueños son los Dávila Abondano, en el 2006, comenzó su periplo para concretar la construcción de un puerto multipropósito en cercanía de la exótica población de Taganga.

En el 2009, cuando se supo de ese proyecto, en Taganga se despertaron todas las alarmas por la inminente contaminación ambiental que ese muelle privado podría ocasionarle a la playa de esa población milenaria de pescadores en un corto tiempo.

La preocupación de los tagangueros y de muchos ambientalistas que se sumaron en contra de ese cuestionado proyecto no fue por simple capricho ni por querer aparecer en los medios locales y nacionales, sino por los antecedentes que esa misma empresa tenía en esos momentos en materia de contaminación ambiental, pues recientemente, un año atrás, en el 2008, se había producido una de las peores contaminaciones en la costa samaria y más en la de Taganga, cuando por un accidente se produjo el derramamiento de miles de litros de aceite comestible tras el estallido de uno de los hilos de almacenamiento que esa empresa poseía en cercanías del puerto local.

Fueron más de 10 toneladas de aceite de palma que tiñeron de rojo el mar de Taganga en abril de 2008. El derrame afectó los ecosistemas marinos, a los pescadores y al sector turísti­co. La empresa Terminal de Graneles Líquidos del Caribe – Terlica S.A. fue la responsable del daño y argumentó que quedó mal cerrada una válvula.

En el seguimiento al caso, la Au­toridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), señaló que la empresa debía sembrar 800 árboles; sin embargo, solo se sembraron 400 ejemplares, de los cuales únicamente sobrevivió el 5 por ciento.

Asimismo, el proyecto Maricultura debía extenderse por tres años para liberar al menos 100 mil individuos de peces y moluscos, llevar 50 por ciento de estos al mar y entregar a la comunidad la otra mitad. Hasta ahora, el programa no ha iniciado ni la empresa ha informado del tema, como está consignado en el Procedi­miento Sancionatorio contra Terlica S.A.

Los pescadores también sufrieron con el mar teñido. Por lo menos 46 lanchas apagaron sus motores durante 8 días en los que no pudieron salir a traer el producido de sus familias y el surtido de los restaurantes de la zona. El turismo también cayó. Los tagangueros emprendieron una batalla de tutelas en busca de indemnizaciones, que finalmente no prosperó.

Pese a todo eso, el grupo económico no se amilanó y siguió batallando para lograr su propósito de construir ese puerto. De ahí que vio la importancia de no mantenerse alejado de la política, como hasta entonces se había mantenido e incluso se vanagloriaba de ser solo un grupo económico con grandes dividendos, alejado de toda clase de política.

No obstante, las nuevas circunstancias le hicieron tragarse el orgullo y se vieron obligados a hacer alianzas políticas con el fin de conseguir lo proyectado: su puerto multipropósito. De ahí que empezaron a apoyar a candidatos, estrategia con que obtuvieron después muy buenos resultados, pues en el año 2010, más exactamente el 06 de mayo, el alcalde de entonces, Juan Pablo Diazgranados, de las familias tradicionales de gobernantes del Magdalena, dio su concepto positivo para que le otorgaran la concesión de la creación de ese puerto polémico, pese a la negativa del pueblo taganguero, de los ambientalistas y de la mayoría de los samarios que todavía no ven con buenos ojos la construcción de ese otro puerto y con el cual serían tres en una misma zona, además del carbonífero existente.
Continuará

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