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Relaciones peligrosas (Primera Parte)

Por Álvaro Cotes Córdoba

El apoyo político es una herramienta valiosa en cualquier elección. Sin embargo, cuando ese apoyo viene del círculo cercano de un político condenado por corrupción, la situación se vuelve más compleja. Tal es el caso del candidato a la Alcaldía de Santa Marta, Carlos Pinedo, quien ha recibido el respaldo de la diputada Elizabeth Molina Campo, amiga política del exsenador Eduardo Pulgar, condenado por corrupción.

La reacción de la ciudadanía no se ha hecho esperar. Muchos samarios están contrarios a este apoyo político, debido a las oscuras intenciones que se relacionan con Eduardo Pulgar. Se sabe que el exsenador ha mantenido contactos con políticos del Magdalena y ha estado involucrado en varias situaciones de corrupción, que le han costado su carrera política y su libertad.

En este sentido, resulta comprensible la preocupación de los ciudadanos. ¿Cómo puede un candidato a la alcaldía aceptar el apoyo de una persona cercana a un condenado por corrupción en el Magdalena? ¿Qué garantías ofrece que este apoyo no involucra intereses ocultos, que pongan en riesgo la transparencia, la democracia y la justicia de la ciudad?

Es importante recordar que los políticos tienen la responsabilidad de mantener y fomentar la confianza ciudadana. La corrupción, en cualquiera de sus formas, socava la confianza de los ciudadanos en la democracia y en el Estado de derecho. Por este motivo, tanto la ciudadanía como los líderes políticos deben estar vigilantes y alerta ante cualquier situación que desprestigie la democracia y debilite la confianza ciudadana.

En consecuencia, resulta necesario que el candidato Carlos Pinedo y otros políticos involucrados en estas situaciones de dudosa reputación, den una explicación clara y transparente de sus relaciones políticas. Asimismo, los ciudadanos deben estar atentos y exigentes en la promoción de una cultura ética, comprometida con la transparencia, la justicia y la democracia en Santa Marta y en todo el país.

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