¿Qué hay detrás de la intervención de Supersalud al Hospital Julio Méndez Barreneche?

En plena crisis sanitaria mundial por el Covid-19, cuando las entidades públicas están haciendo importantes esfuerzos para evitar el descalabro financiero y garantizar la preservación de la salud para los ciudadanos, la Superintendencia Nacional de Salud le da una estocada a los esfuerzos de la administración departamental para sacar adelante el centro de referencia de los magdalenenses.

Esta entidad, con Fabio Aristizábal, superintendente nacional a bordo, llegó a las instalaciones del centro hospitalario y delegó a Luis Oscar Gálvez Mateo, médico proveniente de la ciudad de Bogotá, como nuevo agente interventor.

Luego de conocerse este hecho asaltan muchas preguntas. ¿Por qué se tomó la decisión ahora? En momentos que el recién posesionado gerente, Jairo Romo, lleva 42 días organizando la casa y empezando a establecer criterios de austeridad, tal y como estableció el decreto de racionalización del gasto promulgado por el gobernador Carlos Caicedo, se produce esta decisión.

¿Cuál es el objetivo de esta decisión? ¿Hay algún tipo de interés político en ella? Estas preguntas nacen del hecho que precisamente a pocos días de que el gobierno departamental tomara las riendas del hospital Julio Méndez Barreneche aparece esta orden nacional de los que, sin ser suspicaces, son aliados políticos de los grupos de oposición que manejaron a su antojo a la entidad, como la familia Diazgranados.

La intervención llega cuando, desde el gobierno de Carlos Caicedo, se emprenden iniciativas para el rescate financiero de este centro de salud. Por ejemplo: el giro de $8.000 millones a la ESE departamental para pago de personal y atender casos de coronavirus o las inversiones en elementos de bioseguridad por cerca de $20.000 millones para proteger la vida de los funcionarios del sector salud.

¿Por qué no se tomó esta decisión antes? Es otra pregunta cuando se analiza las pésimas condiciones en que fue recibido el hospital Julio Méndez: sobrepoblación en el área administrativa, bajo recaudo en facturación, contratación disparada en rubros como la planta de personal, y un octavo piso totalmente derruida.