Por muchos años las autoridades ambientales de Santa Marta le dieron la espalda a río Manzanares, y lo abandonaron a su suerte, por eso hoy la naturaleza cobra esa desidia.
Justamente por esa irresponsabilidad, hoy el Manzanares muestra su peor cara, al estar completamente seco, agonizando.
En su cauce no circula el preciado liquido, solo se observan residuos de toda clase, piedras, tierra y más residuos.
La indiferencia y la falta de visión futurista de esos dirigentes, causó un daño irreparable, a pesar de ello, las últimas administraciones han realizado un gran esfuerzo para recuperarlo, pero el eterno verano que azota al Distrito lo golpea día a día y hace más dramática su situación.
Hoy ese daño lo paga la ciudad, con la crisis de agua que golpea a los hogares samarios, y en la que la administración distrital trabaja para darle una solución definitiva.
