Ni si viniera el Papa a apoyarlos, el Pueblo samario votaría por uno que no sea de FC

Por Álvaro Cotes Córdoba

El gran fenómeno político que ha sido capaz de desterrar del poder a las familias y clanes tradicionales que gobernaron por siempre a Santa Marta y al Magdalena, no solamente sigue enfrentándose a esas dinastías, que buscan a todo momento volver al poder como sea, sino que también debe batirse con los aliados nacionales de esos linajes y quienes de forma cínica y descarada, intentan influenciar con su poder desgastado y desprestigiado, dizque para ayudar a que esas familias y clanes regresen y nos vuelvan a gobernar y joder, bajo sus condiciones o directrices politiqueras.

Sin duda, solo tenemos a ese fenómeno político, convertido hoy en un partido innato, el primero y único del Magdalena, llamado Fuerza Ciudadana, con los argumentos y personas idóneas e independientes, para defender lo que el Pueblo en su inmensa mayoría comenzó a lograr históricamente desde el 2011, cuando 74.165 habitantes del sufrido pueblo, decidieron votar para la Alcaldía de Santa Marta por el precursor de la aún nueva fuerza política, del hoy Gobernador Carlos Caicedo.

Y por eso, nuevamente, el Pueblo obtendrá otra gran oportunidad, la cuarta, para demostrar que sigue firme en su ideal y convicción, de continuar respaldando a los que les apostó desde aquel 2011, por cuanto han mostrado eficiencia, confianza y honestidad, las tres virtudes que no tuvieron nunca los que por más de medio siglo eligieron.

Y ni si viniera siquiera el Papa, a apoyar a alguno otro político de esas familias y clanes tradicionales, le hará cambiar al pueblo samario la histórica determinación de elegir a otros políticos diferentes al de su partido, cuyo color es el que todas las tardes, en su ocaso, el Sol nos los enseña al frente de nuestra bahía, en otrora La Perla de América.