Magdalena

La vida en los pueblos del Magdalena en tiempos del Covid-19: Nueva Granada

Cambio24 inicia un recorrido por poblaciones equidistantes del Magdalena para conocer cómo ha cambiado la vida con la llegada 

Nueva Granada o Granada, como es conocida familiarmente por sus habitantes, en el centro del Magdalena se “desconoce” por estos días. El viento, caluroso, sigue paseando por muchas de sus polvorientas calles, ejemplo mismo del abandono y el olvido al que ha sido sometido por años.

Cambio24 llegó virtualmente hasta allá, debido al estricto respeto a la cuarentena, para iniciar una serie de reportajes en los que se busca conocer cómo marcha la vida en las zonas del Magdalena que no están en las primeras páginas de los periódicos.

Mario Meza que, hasta hace poco vivía en Barranquilla, se trasladó a su municipio para mantenerse resguardado ante la pandemia de Covid-19. Observa desde su ventana el desarrollo de la vida, que ahora es mucho más apacible que antes en el municipio.

En diálogo con este diario, comenta que lleva más de una semana guarecido en su hogar. “Estamos encerrados ya que la policía ronda el municipio día y noche, persona que encuentren en la calle los ponen a pagar una penitencia o le dan una enseñanza para que aprendan que lo que estamos viviendo es real”.

En algunas ocasiones, dice, en el pueblo los asuntos que requieren seriedad, como la amenaza por el Covid-19 lo “toman a folclor”. Sin embargo, la ciudadanía, con el apoyo de las autoridades departamentales y locales “se ha hecho una socialización de lo que estamos viviendo, lo que ha hecho que sean muchos los que lo tomen muy serio”.

Y asumir esa posición ha generado la desolación del municipio. “El cambio ha sido notable, el comercio está todo cerrado, los que están abiertos han querido aprovecharse de la situación subiéndole a la canasta familiar (…) además no hay motos en las calles, no hay carros, el que sale lo hace a pie y por obligación que debe realizar alguna actividad muy urgente. En mi caso estar en esta situación ha sido horrible porque si algo he valorado siempre es poder socializar con las personas, compartir con los amigos, algo que se ha restringido por estos días”, remarca.

A pesar de esto, la solidaridad, destaca Meza, ha sido palpable en estos días. “Al que vive del día a día muchos de los que somos de acá y viven acá nos hemos unido y nos ponemos de acuerdo para ayudar, ya sea con comida o con lo que puedan llegar a necesitar. La solidaridad inicia en casa”, asevera.

En todo caso, en Nueva Granada esperan que el Covid-19 deje de ser una amenaza. Y, que tras esto, los objetivos de todos sean otros. Por ejemplo: que el atraso y la falta de oportunidades deje de ser una eterna pandemia en esa y otras zonas del departamento.

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