EspecialesMagdalenaSanta Marta

La hazaña reciente de un país con dos protagonistas que a la tv colombiana le importa un pito

Por Álvaro Cotes Córdoba

Colombia, tierra de contrastes y desafíos, ha sido históricamente conocida por su polarización política y sus desigualdades sociales. Sin embargo, recientemente el país ha celebrado hazañas que nos recuerdan que la superación es posible, si nos la proponemos, incluso en un país tan desigual, clasista y violento como es el nuestro.

Una de las historias más inspiradoras es la de Francia Márquez, una mujer de color que ha desafiado todos los estereotipos y obstáculos para convertirse en Vicepresidenta de Colombia. Francia, líder afrocolombiana y defensora de los derechos de las comunidades étnicas, ha luchado incansablemente por la justicia social y ambiental en el país. Su valentía y dedicación son un ejemplo claro de que las personas de color pueden llegar a altos cargos políticos y hacer una diferencia real en la sociedad sin ser cuota burocrática de nadie, sino por su propia lucha.

Pero no es solo Márquez quien ha demostrado que la superación es posible. Gustavo Petro, un exguerrillero y ahora político, logró capturar la atención y la esperanza de millones de colombianos. Petro, quien alguna vez tomó las armas para luchar por lo que creía era justo, transformó su vida y su visión política tras dejar las armas, para convertirse en una figura nacional e incluso internacional, que busca la transformación social y la reconciliación en Colombia. Su historia de redención y su mensaje de un país unido han resonado en muchos ciudadanos de Colombia y el mundo, quienes ven en él la posibilidad de un cambio real en la política de su nación.

Pero lo más destacable de estas hazañas es el poder del pueblo. Más de 11 millones de colombianos demostraron su deseo de cambio al votar por personas que representaban sus ideales y sus esperanzas de un país más igualitario y justo. Sin embargo, la polarización política que no sólo ha oscurecido por mucho tiempo a los colombianos, sino que también los ha dividido y hasta los ha llevado a odiarse entre sí, no ha permitido que esas tres grandes hazañas históricas que el país experimentó y aún siguen vigente, sean apreciadas como tal.

Por el contrario, los grandes medios eclipsados por los intereses políticos de sus dueños, como por ejemplo los dos únicos canales privados de televisión, dedicados últimamente a hacer producciones de la vida de famosos cantantes nacionales y de narconovelas, en lugar de resucitar viejas producciones muy sintonizadas, deberían llevar a la pantalla chica esas tres historias nunca antes vista en Colombia.

Es importante destacar esas historias de éxito y recordar que los verdaderos héroes no siempre son reconocidos de inmediato. Sus luchas y persistencias, así como el apoyo del pueblo, son elementos fundamentales, para impulsar una muy buena y única producción nacional, porque son historias que nos demostraron que no hay límites para la superación personal y la transformación social, en un país donde la violencia y las desigualdades dejaron cicatrices profundas.

Historias inspiradoras que nos dan esperanza y nos recuerdan que el poder para el cambio reside en todos nosotros, pero por la mezquina y polarizante política, no creo que por ahora podrán producirse en algunos de esos dos únicos canales privados de la televisión colombiana, simplemente porque van en contra de los intereses particulares de sus dueños.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cerrar