Santa Marta

Hace un año, Santa Marta ganó pleito del mercado público

Un día como hoy, pero del año pasado, Santa Marta, en un hecho histórico y sin precedente en la ciudad, fue exonerada de pagar una suma cercana a los 28 mil millones de pesos, que reclamaba la empresa concesionaria del Mercado Público por cuenta de la cuestionada concesión otorgada por la entonces administración de Hugo Gnecco.

Como se recordará, en el año 2002, la Alcaldía Distrital, entregó en concesión a una empresa privada tres inmuebles de uso público – lo que estaba prohibido por la Constitución de 1991- y los cuales pertenecían a la ciudad, para que allí se construyera el nuevo Mercado Público.

Durante años, esa cuestionada contratación, se constituyó en el gran elefante blanco de Santa Marta, bajo los ojos indiferentes de muchos alcaldes. Los vendedores y compradores del Mercado, durante más de una década, comercializaron los productos en la calle, sin las debidas condiciones de higiene, seguridad y salubridad, poniendo en riesgo la salud y el medio ambiente de los samarios y nadie reviró.

No obstante, todo cambió cuando el entonces alcalde Carlos Eduardo Caicedo, emprendió las acciones legales en contra de la concesión y logró, en el 2015, que la justicia administrativa decretara medidas cautelares con lo que se permitió tomar posesión de los inmuebles y de la infraestructura construida por la empresa contratista. Finalmente, luego del debate judicial, en el curso de una acción popular iniciada por el ex alcalde Caicedo, se logró que los bienes de uso público se reintegraran al Distrito – que recuperó su propiedad- y además se puso fin a dicho contrato.

La empresa concesionaria, como consecuencia de lo anterior, demandó al Distrito de Santa Marta y pidió el pago de indemnización de perjuicios por una suma superior a los 32 mil millones de pesos.

La Alcaldía entonces enfiló baterías y luego de una férrea defensa de lo público, logró que la indemnización finalmente reconocida por la justicia arbitral fuera por una suma cercana a los 5 mil millones de pesos, como reconocimiento de los costos en que incurrió el contratista en el diseño y construcción de la edificación donde actualmente funciona el Mercado y en la que, además, se descontó lo pagado por el Distrito al contratista, por cuenta de un fallo arbitral proferido en el año 2005 y por el que se pagó en el año 2009 una suma aproximada de 12 mil millones de pesos.

Es también importante recordar que bajo la entonces Alcaldía de José Francisco Zuñiga, el contratista del Mercado, logró que se produjera a su favor una condena superior a los 7 mil millones de pesos por virtud de la cuestionada concesión y más tarde, fue en la administración de Juan Pablo Diazgranados, que se pagó esa indemnización que a precios de hoy supera los 12 mil millones de pesos.

Pese al millonario pago que la administración de Juan Pablo Diazgranados le hizo en el 2009 a la concesión del Mercado Público, la alcaldía, esta vez, logró con el reciente fallo, que esa indemnización se descontara del total de la nueva reclamación económica que presentó el contratista y con ello, la ciudad, se ahorró el pago de más de 12 mil millones de pesos.

De esta forma, gracias a la gestión decidida de la entonces Administración de Carlos Eduardo Caicedo y hasta ese entonces a cargo de Rafael Martínez, por cuenta de esa decisión judicial, se logró que el Distrito se ahorrara más de 28 mil millones de pesos que pretendía el contratista, al igual que la ciudad recuperó la propiedad de tres predios que estaban en manos de particulares en contra de una clara prohibición constitucional y, además, se logró finalmente adecuar y poner en condiciones de funcionamiento la actual sede del Mercado Público, que es propiedad de todos los samarios y samarias.

El exalcalde Carlos Eduardo Caicedo, frente a esta nueva decisión judicial, señaló en ese entonces: “Me complace por mi ciudad y por todos nosotros los samarios que la justicia nuevamente respalde las decisiones que tomamos en su momento siempre pensando en el interés general y protegiendo el patrimonio público. Le devolvimos a la ciudad el Mercado que era suyo y que nunca debió estar en manos de los privados. Santa Marta cambió desde el 2012 y esta es una muestra más de que sí vale la pena defender lo público de las manos mezquinas de unos pocos que se tomaron la Alcaldía y que quisieron seguir enriqueciéndose a toda costa. No. Se equivocaron y aquí están los resultados”.

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