Santa Marta

El drama que vive una samaria en San Andrés por su problema de salud

Liduvina Guerrero, de 65 años, cuya familia reside en el barrio Cundí de Santa Marta, viajó de turismo a finales del mes de febrero de este año a la isla de San Andrés, pero cuando se disponía a regresar a su tierra natal, la pandemia por el coronavirus se lo impidió.

Desde entonces le tocó vivir sola, sin su familia en Santa Marta, la cuarentena o aislamiento decretado por el gobierno en todo su territorio nacional con las correspondientes necesidades que surgieron a raíz de las medidas de confinamiento y la falta cada vez más de recursos económicos durante los siete meses subsiguientes, pese a que su familia en Santa Marta le alivió un poco esa situación económica con recolectas de dinero que hicieron y enviaron por ese tiempo prolongado no planeado.

No obstante, su vivencia en la isla se agravó cuando, el pasado 10 de septiembre, se enfermó y a medida que fueron pasando los días su salud fue empeorando o complicándose cada vez más, hasta el punto de que el cuerpo se le hinchó y le imposibilitó ponerse hasta de pie.

Fue entonces cuando unos parientes cercanos y quienes residen en la isla, decidieron llevarla a un centro hospitalario, en donde se encuentra en estos momentos con tratamientos en una sala de cuidado intensivo con respiradores e intubada, a la espera de un milagro que salve su vida.

No obstante, existe la posibilidad terrenal de que sea curada si es traída de nuevo y a tiempo al país en el continente sudamericano, pero para ello es necesario meter su cuerpo en una cápsula especial, ya que el diagnóstico médico incluye como posible causa de su padecimiento, la enfermedad por el mortal virus.

Pero hasta la fecha, pese a que han probado con tres, no ha habido una cápsula en la que quepa su cuerpo hinchado, por lo que sus familiares, hermanas y hermanos, como Emma Guerrero, han solicitado a través de este medio la ayuda humanitaria al Gobierno nacional, para que le consigan a Liduvina Guerrero la cabina correspondiente y así pueda ser traída a su tierra natal, a fin de salvarle la vida.

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