Magdalena

Chinoblás un corregimiento del Magdalena que ha sufrido el olvido del Gobierno Departamental

Chinoblás es un corregimiento de Pivijay Magdalena el cual está ubicado a una hora de esa cabecera municipal, y que desde hace muchos años sufre la desidia y el olvido del Gobierno Departamental.

Calles en deplorable estado, puestos de salud sin una buena prestación del servicio médico y personas que claman a gritos búsqueda de empleo, es el duro panorama que se registra en esa localidad del Departamento.

Pero, precisamente uno de los servicios vitales que carecen los habitantes de esa población es el del agua.

Juan Velásquez, líder de ese corregimiento le explicó vía telefónica a Cambio 24 que cuando la Gobernadora del Magdalena tomó las riendas del departamento inició una obra que permitiría a los habitantes mitigar la crisis del preciado líquido.  Sin embargo, cuatro años después de su mandato no la ha terminado.

“Ella inició la obra pero nunca la terminó y esto ha generado inconformidad en el municipio debido a que tenemos que captar agua de un jagüey, cuyo líquido está en alto grado de impureza lo que ha generado que adquiramos enfermedades estomacales y en la piel por el consumo de la misma”, manifestó.

Señaló que para la ejecución de la construcción de la tubería de suministro de agua potable, se destinaron cerca de 300 millones de pesos, cuyo dinero al parecer se esfumó como por arte de magia en el gobierno departamental por cuanto la obra no tiene ni la cuarta parte de lo que en su momento se plasmó en un plano para su construcción.

“Nos cansamos de la inoperancia de los Cotes y ojalá que el próximo año llegue un verdadero mandatario para que le dé solución al sinnúmero de problemas que durante décadas han existido en el Magdalena”, indicó la fuente.

A Chinoblás, como en muchos otros pueblos del Magdalena, le falta todavía suplir numerosas necesidades vitales, sigue en el olvido y los gobiernos solo se acuerdan de él en tiempos de política.

“Aquí estamos esperando a que llegue el Mello Cotes, para mostrarle el monumento que le hemos hecho a él y a su tía Rosa Cotes por sus promesas incumplidas”, dijo otro habitante de ese poblado que aún vive, pese al abandono de los tradicionales gobiernos que han sumido al Magdalena en un atraso crónico.

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