Colombia

Uribe se la enfila ahora a Santa Marta, con el método que usó en la campaña para que no eligieran presidente a Petro

Por: Álvaro Cotes

Al estilo de: “no nos volvamos como Venezuela o no seamos castrochavistas”, el expresidente de la derecha y actual senador de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, sigue utilizando la misma sugestión con fines propios, para continuar dominando la voluntad de un pueblo, llevándolo a obrar en determinado sentido o a favor de sus principios extremistas o de la derecha.

Ahora el exmandatario de los colombianos comenzó a usar también la estrategia de sugestión que utilizó para restarle votos al máximo contrincante que tenía su candidato a la Presidencia, es decir, contra el candidato Gustavo Petro, actual Senador como él. La diferencia está en que el perjudicado no será una sola persona sino una ciudad y un Departamento entero, ya que se le impediría salir del atraso en el que estuvo por más de 200 años con los gobernantes que tuvo, incluso en sus dos periodos presidenciales.

En su cuenta personal de Twitter, el Senador ha criticado por dos ocasiones y con varios renglones, el hecho de que la alcaldesa de la ciudad y el gobernador del Departamento, Virna Johnson y Carlos Caicedo, respectivamente, se hayan reunido con el embajador de Cuba en Colombia, José Ponce, para fortalecer a los entrenadores deportivos del Magdalena y compartir sus experiencias en salud al barrio, educación y cultura.

Sin duda, el expresidente no solo olvida o no quiere aceptar que existen relaciones diplomáticas con la isla caribeña desde hace muchos años y que, además, los cubanos a través del mismo embajador, han hecho alianzas o convenios con otros gobernantes costeños y del interior del país.

De la misma manera se hace el de la vista gorda para no ver los resultados positivos que han obtenido los deportistas del país que han sido preparados por los hermanos latinoamericanos isleños.

Por el contrario, para minimizar lo bueno de las alianzas que ha obtenido el país con Cuba y meterle cizaña o política a cualquier gestión de buena fe que podría conseguirse, el exmandatario ha adoptado la vieja estrategia de su movimiento político llamado Uribismo y con la cual consiguió triunfar sobre sus opositores cada vez más proporcionados.

Su interés personal o para beneficiar a un grupo reducido de amigos políticos de la región, lo han llevado a pronunciarse en contra de lo que le traería progreso a un Departamento bastante atrasados en deporte, salud  y educación, al punto de infundir el miedo a convertirnos ahora en la “puerta de entrada de un comunismo sempiterno”, como si los más de 50 millones de colombianos tuviéramos el mismo intelecto falso de sus fieles e interesados seguidores obsoletos.

*Alvaro Cotes “El Bueno”.*

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