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Una guerra sin tregua
Por Álvaro Cotes Córdoba
El conflicto entre Israel y Palestina ha sido uno de los más prolongados y sangrientos de la historia moderna, y uno de los principales actores en este conflicto es el grupo Hamás.
Para Hamás, ellos son una yihad, una organización que lucha por la liberación de Palestina de la ocupación israelí. Su lucha se basa en la resistencia violenta, el martirio y la defensa de los derechos del pueblo palestino. Sin embargo, para Israel y muchos en el mundo, Hamás es considerado un grupo terrorista, al’iirhabiiyn en árabe, responsable de numerosos ataques contra civiles israelíes.
Desde la fundación de Hamás en diciembre de 1987, su estrategia ha sido fundamentalmente militar. Han llevado a cabo ataques terroristas con cohetes y han llevado a cabo acciones violentas contra Israel. A cambio, Israel ha llevado a cabo numerosas respuestas militares, lo que ha llevado a la muerte de miles de palestinos. La situación en Gaza se ha vuelto insostenible, con una gran cantidad de ciudadanos que viven en la miseria y la desesperación.
El conflicto entre Hamás e Israel ha eclipsado el diálogo y la negociación, dejando a la población civil palestina en una posición precaria. Los derechos humanos y la dignidad de los palestinos son violados diariamente, mientras Hamás y el gobierno israelí se enredan en una lucha por el poder.
La solución a este conflicto no será fácil, pero es necesaria. Se necesitan diálogos sinceros entre ambas partes para llegar a un acuerdo pacífico y justo para ambas partes. También se necesita un enfoque internacional para garantizar que se respeten los derechos humanos y que se proteja a la población civil.
Mientras tanto, la situación en Gaza es cada vez más difícil. La población palestina vive bajo el yugo de la ocupación israelí y sufre a diario la falta de alimentos, medicinas y servicios básicos. Es importante recordar que, detrás de las políticas y estrategias de grupos como Hamás e Israel, hay gente real sufriendo y pagando el precio.