Tensa calma en Santa Marta Vendedores de tapabocas y guantes invaden el mercado público

Miedo, especulación, desinformación, ignorancia sobre medidas impuestas por los gobiernos departamental y distrital, se conjugan entre quienes asisten a esta hora al mercado público de Santa Marta. Tomate a dos mil pesos la libra, guineo maduro a 300 y lo más peculiar, guantes a mil y tapabocas a dos mil pesos.

No se sabe de donde han salido, pero son hordas de vendedores de tapabocas y guantes, especialmente en la calle 11 con carrera 11 y en la Avenida del Ferrocarril entre calles 11 a la 14.
La gente se mira con desconfianza, sobre todo quienes llevamos tapabocas, como si no quisieramos ni rozarnos. El cliente llega a los graneros y le da miedo tocar el mostrador o los pasamanos, “ahí puede estar el virus”, aseguran.
Un poco menos se ha sentido este freno económico a raíz de la pandemia del Coronavirus, en las tiendas de los estratos dos y uno. Por ejemplo en el barrio Villa del Carmen y aledaños a la Universidad del Magdalena, las tiendas trabajan como de costumbre y sin alteración de los precios.

El Polideportivo esta completamente sólo y los semáforos libres de venezolanos. Claro, practicamente no existe el flujo vehicular. Las pocas busetas del STP que se encuentran en servicio, parece que no fueran de viaje por la velocidad que llevan; van entre 40 y 60 kilómetros por hora. Cuando la velocidad normal, en días normales, no pasa de 30.

Hay pánico, es innegable, las calles están solitarias y se vive una tensa calma.