Magdalena

COVID19: Ceguera de Aulladores. El Caso de Ciénaga.

Carlos Payares González

No nos cansaremos de decir que la pandemia del Covid19 es un evento que tiene una evolución natural y social como toda enfermedad que padece la especie humana. No tiene nada que ver con ser un castigo de Dios o un castigo de la Naturaleza. Si miramos nuestra historia nos daremos cuenta que las enfermedades, como las afecciones o disfunciones, siempre nos han acompañado. Por eso el uso indebido de estas circunstancias calamitosas para lograr dividendos por parte de la peor clase de hacer política, es en gran medida un desprecio tanto al conocimiento como a los conciudadanos más vulnerables y un ultraje al bien común.

Me refiero a aquellos que prefieren defender los negocios del capital por encima de la salud y vida de los pobladores, a aquellos que prefieren seguir haciendo actos de corrupción con los dineros dispuestos para la emergencia sanitaria y social y aquellos que prefieren hacer oposición política de la más baja calaña en contra de gobernantes que no son de sus afectos. Para estos últimos lo que se debe “combatir”, entonces, no es la pandemia, sino al político gobernante de turno, sobre todo, si este no pertenece a los clanes o élites familiares (los de siempre) o no representa los intereses de la politiquería tradicional.

Sorprende en el caso del Departamento del Magdalena que se ataque en todo momento, por parte de la alta alcurnia al Gobernador Caicedo y, especialmente, a la alcaldesa de Santa Marta, V. Johnson. Se les atribuye responsabilidad de la naturaleza y evolución de la enfermedad y, a su vez, al mal comportamiento social de algunos sectores de nuestras comunidades que no se acogen de inmediato a las medidas de confinamiento social (proferidas tanto por los gobiernos nacional, departamental y local), a mantener permanentemente una higiene personal y a desplegar una conducta cívica ante la entrega de aportes alimentarios. Algo tan absurdo como si pobreza, marginalidad y pérdida de autoestima de amplios sectores populares hubiesen sido creadas en cosa de cuatro meses, como es el caso del Gobernador y, en cosa de algunos años (dos periodos), como es el caso de la Alcaldía de Santa Marta.

Los “aulladores” le caen encima a la alcaldesa por las cifras de prevalencia y letalidad del Covid19. Cifras que colocan a la ciudad de Santa Marta en una de las de mayor tasa de contagio y letalidad por cada millón de habitantes. En cambio, demostrando paradójicamente su real intencionalidad, no dicen una sola palabra al alcalde Tete de Ciénaga (consocio político del Clan Cotes), cuya ciudad se constituye en la segunda más riesgosa de toda la Costa Caribe colombiana. Tal vez por similares razones a las que vienen ocurriendo en Santa Marta.

Veamos qué es lo que pasa: Una de las maneras de poder comparar la posibilidad o riesgo de contagio con el Covid19 entre departamentos y/o ciudades es utilizando las tasas estadísticas. Es decir colocando una constante poblacional que nos permite comparar de manera objetiva en que territorio se presenta o es más posible la presentación de un fenómeno o de un evento. Y esto en razón que las cifras absolutas no son suficientes para resolver de manera más objetiva lo que queremos medir y de esta manera ¿En dónde es más riesgoso el poder contraer la enfermedad del Covid19 una vez se conocen los diferentes datos de la incidencia y prevalencia en los territorios a nivel nacional? Bueno sabemos que la ciudad de Santa Marta y, en consecuencia, el Departamento del Magdalena, encabezan el gráfico de barras de las tasas de contagio por el Covid19 por cada millón de habitantes. Las explicaciones e interpretaciones para tal circunstancia han sido expresadas de manera oficial por las mismas autoridades acompañadas de sus equipos de asesores de expertos en Salud Pública, Epidemiología e Infectología.

Lo curioso es que en el mismo Departamento del Magdalena, el municipio de Ciénaga, que es la segunda mayor urbe del territorio magdalenense, a pesar de tener tan solo 23 casos diagnosticados con Covid19, de los 160 del Magdalena, posee a su vez una tasa de contagio que es mucho mayor que casi todos los departamentos, especialmente, aquellos que corresponden a la Costa Caribe colombiana.

Según un cuadro de Proyecciones de la Población colombiana del DANE, 2018-2020, https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion/proyecciones-de-poblacion el municipio de Ciénaga aparece con una población total para el 2020 de 124.339 habitantes; y con relación al número de casos contagiados, según Informe del Ministerio de Salud y la Protección Social (del 25 de abril), son de 23 casos. Si dividimos esta última cifra (número de casos contagiados) entre la población total del municipio y, luego, la multiplicamos por una constante (K=1.000.000 de habitantes) encontramos que en Ciénaga existe la probabilidad de encontrar 184 contagios por cada millón de habitantes. Ya hemos dicho que Santa Marta está por encima de esa cifra: Santa Marta tiene 132 casos positivos, lo que arroja una tasa de 245 por cada millón de habitantes (el Magdalena con 160 infectados arroja una tasa de 123 por cada millón de habitantes). Estas últimas son de las tasas más altas de Colombia. Sin embargo Ciénaga, con una cifra absoluta de tan solo dos dígitos (23 casos positivos) la posibilidad de riesgo de contagio del Covid19 es mucho más alto, al igual que Santa Marta, que en todos los departamentos de la Costa Caribe y otros del mapa nacional. A manera de comparación estos son los datos de los departamentos de la Costa Caribe colombiana: Guajira: 5 casos. Tasa 4,8 por millón de habitantes; Cesar: 53 casos. Tasa 49 por MH; Atlántico: 176 casos. Tasa 69 por MH; Bolívar: 240 casos. Tasa 110 por MH; Sucre: 1 caso. 1.1 Tasa por MH; Córdoba: 23 casos. Tasa 13 por MH; y Antioquia: 452 casos. Tasa 67 por millón de habitantes.

La tasa de contagio de Ciénaga, igual que la de Santa Marta, también supera a Departamentos como El Chocó (21por millón de habitantes), Quindío (97), Tolima (29), Cauca (19), Caldas (54), Norte de Santander (43), Santander (18), Boyacá (27) y otros más. Lo anterior significa que las medidas tomadas por los gobiernos Nacional, Departamental y Municipal de Ciénaga, deben tener cabal cumplimiento, por parte de la población, tales como el aislamiento social, la higiene personal y el uso permanente de la mascarilla.

Parece que no han sido suficientes las plegarias del señor alcalde de Ciénaga, Luis Tete Samper, cuando en rueda de prensa, de apenas unas semanas, mostraba su contrariedad con aquellos“ciudadanos de Ciénaga que no quieren acatar las medidas tomadas por el Gobierno […] señores cienagueros esto no es un juego […] los cienagueros tienen que entender que esto es un peligro inminente […] los muertos van a ser más que los de la Segunda Guerra Mundial […] van a venir por montones y no queremos que sean cienagueros […] hay personas que salen a la calle a nada […]”, etc. De todas maneras, tanto lo de Santa Marta como lo de Ciénaga es algo preocupante para sus autoridades y sus respectivas poblaciones. Creo que la primera ciudad está en mejores condiciones de Salud Pública para afrontar la pandemia. Por lo cual a Ciénaga hay que prestarle la atención debida por parte del Estado en razón de las condiciones socioeconómica y cultural que coloca a su mayoría poblacional en condición de vulnerabilidad o en caldo de cultivo expedito para el Covid19.

De ser cierto el dato del burgomaestre de los cienagueros, en cuanto a que el número de muertos esperado por el Covid19 sería una cifra mucho mayor a la ocurrida durante la Segunda Guerra Mundial, estaríamos hablando de entre 60 y 100 millones de ciudadanos fallecidos en el mundo entero (por el momento solo van 2.844.712). Una aterradora cifra que no dejaría dormir a ningún funcionario del mundo entero que cumpla con seriedad sus funciones misionales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cerrar