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¿Se imaginan lo que ocurriría si algún día el Mono Martínez, llegara a ser elegido concejal de Santa Marta?

Por Álvaro Cotes Córdoba

Aquí se lo adelantamos con un 99.9% de probabilidad que ocurra como se lo relataremos a continuación:

Lo más posible es que, el primer día de sesión, para llamar la atención, pele otra vez sus nalgas amarillas, para mostrárselas al resto de concejales.

Al segundo día, durante un debate para presentar proyectos en beneficio de la ciudad, interviene diciendo que no está de acuerdo y otra vez pela las nalgas, para demostrar con ese gesto característico de él, que le importa un carajo la ciudad, por cuanto a él solo le interesa que hablen de sus monerías.

Pero pelar sus glúteos no sería la única monería argumentativa del mono en el Concejo de Santa Marta; también podría llevar a cabo actos como rayar las paredes del recinto, romper las sillas de las curules y dibujar en ellas vulgaridades, para tomarle fotos y después subir a sus cuentas de redes sociales, con el fin de lograr Me Gustas y seguidores.

De la misma manera terminaría sus intervenciones con pocos argumentos, mostrando por centésima vez sus huesudas nalgas. Un riesgo para su salud, pues como en el recinto de las sesiones del Concejo samario hay aire acondicionado y con esta ola de calor que se mantiene en Santa Marta, podría coger en cualquier momento un resfriado por ahí, que podría afectar no solo su salud, sino también hasta su vida, como le sucedió a su amigo de monerías, aquel pequeño hombre que abandonó a su suerte en el río Manzanares, en donde finalmente se ahogó y cuya muerte todavía sigue impune.

En resumen, si el mono llega al Concejo, este último ya no debería llamarse así, por cuanto con sus actuaciones, sólo habría que poner una carpa donde aún está el elefante blanco de Taykú, para que el mono vaya solo a hacer lo que hace muy bien: Pelar las nalgas, pero ahí sería sólo delante del moco del elefante blanco. Y de acuerdo a como le vaya con la trompa del mamífero gigante, que no sería lo mejor, no sabríamos cómo llamarlo después: Si mono o mona…

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