Colombia

Respaldo cerrado a quienes combaten Covid-19.

Por: Jorge Soto Daza

Los últimos acontecimientos han provocado repudio entre los trabajadores de la salud.

“La valentía no es la ausencia de miedo, sino la fortaleza de seguir adelante a pesar del miedo”. Esta frase del escritor brasileño Paulo Coelho aplica en toda su significación a la labor que están cumpliendo médicos, enfermeras y demás personal del sistema de salud en Colombia en medio de la emergencia sanitaria más grave en las últimas décadas.

Fieles a su juramento hipocrático y al compromiso que asumieron cuando decidieron dedicar sus vidas a salvar y aliviar las de otros, decenas de miles de hombres y mujeres llevan más de tres meses en la primera línea de combate a la pandemia del Covid-19. Las 24 horas del día el personal sanitario evidencia su compromiso por sacar adelante a quienes están bajo su cuidado en los servicios de urgencias, consulta externa, atención domiciliaria, hospitalización y las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI).

La mayoría ha tenido que alargar sus jornadas diarias, dividirse entre quienes se dedican a pacientes con el coronavirus y los que atienden el resto de las patologías. Incluso, en muchos casos ya no viven en sus casas y apartamentos para evitar el riesgo de contagiar a sus familias. Quienes tenían vacaciones y licencias las suspendieron para apoyar en estos momentos críticos, e incluso muchos estudiantes de Medicina que terminaron materias prefirieron graduarse, literalmente, por ventanilla y empezar a trabajar desde ya dada la urgencia epidemiológica.

No menos importante es la labor que cumplen paramédicos y demás personal de salud que a diario recorre los más recónditos sitios de nuestro país, atendiendo a las familias que no pueden ir a los centros asistenciales. Y qué decir de aquellos que trabajan en los centros de geriatría y ancianatos, cuidando a los adultos mayores, una de las poblaciones de más alto riesgo.

Una labor tan loable como la que desarrollan los trabajadores de dependencias sanitarias en miles de empresas de distinto tamaño, a quienes les ha tocado encargarse de aplicar los protocolos y demás medidas de prevención y distanciamiento social ahora que muchos sectores productivos siguen reactivándose. Igual puede decirse de quienes atienden en las droguerías o son empleados de la industria farmacéutica y la cadena de suministros del sector salud así como del personal administrativo esencial en hospitales, clínicas, centros de salud y otras instancias, sin cuya presencia sería muy difícil que el servicio funcionara… Incluso, deben ser mencionados los equipos multidisciplinarios de científicos que están dedicados a desarrollar respiradores mecánicos y otros insumos médicos necesarios en medio de esta difícil coyuntura.

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