Desde que Rafael Noya fue elegido presidente de la Asamblea del Magdalena, la corporación cambió totalmente, su giro fue de 360 grados y reinó la paz y la armonía, tanto, que hasta el recinto donde sesiona, cambió de “look”, se modernizó y cesaron las peleas o conflictos internos entre algunos polémicos diputados.
Sin duda él, en representación del partido que viene liderando cambios en Santa Marta y ahora en el Magdalena, llevó el cambio también a la Asamblea.
Esa gestión heróica e importante, sin duda, le garantiza la confiabilidad que el Pueblo le va a dar el próximo 29 de octubre, cuando vuelve a aspirar en una lista cerrada que encabeza de Fuerza Ciudadana, el partido número Uno del Magdalena, para que el Cambio también se mantenga en esa corporación que, bajo su presidencia, empezó a recobrar su identidad legislativa y de siempre con los intereses del Pueblo.
