Magdalena

Parece que a la basura mediática y a la politiquería, Caicedo o los trasnocha o los tiene ‘reloc@s’

Cada acción del gobernador del Magdalena es mirada con un interés inaudito, nunca antes visto. Una extraña fijación, sin duda, en especial por parte de algunos periodistas.

¿Qué interés se te sigue (…) que a mi puerta, cubierto de rocío, pasas las noches del invierno oscuras?

La anterior es una frase del español Lope de Vega. Una frase que perfectamente calza con lo que pasa en el Magdalena.

¿Cuál es interés de activistas disfrazados de universitarios y periodistas, al igual que la politiquería tradicional del Magdalena, de atacar con cualquier cosa que pasa por el camino al gobernador del Magdalena Carlos Caicedo?

A toda hora, todos los días, a cada minuto, segundo, décima, estos personajes que se cuentan con los dedos de la mano pero que hacen alharaca en cualquier plataforma que tienen a su disposición, no descansan en repetir el nombre de Caicedo y achacarle todos los males de la humanidad.

Con frases tontas de ‘buenos días’ o montajes fotográficos estúpidos que denotan la pobreza mental de su fabricante, estos personajes faltos de imaginación y espíritu, viven diciendo que no se ha hecho nada. A pesar que la administración Caicedo, como ninguna, ha generado las condiciones para sacar del atraso, la falta de oportunidades y la corrupción a este departamento.

A pesar que le ha tocado enfrentar al Gobierno de Iván Duque, a los congresistas enemigos del Magdalena que nunca han hecho nada por este ente territorial, a los diputados opositores que ponían palos en la rueda cada vez que podían, a los alcaldes opositores que solo los movía la mezquindad y la avaricia por recursos nacionales.

A pesar que le tocó enfrentar la crisis sanitaria más cruel en la historia de la humanidad, destinando miles de mercados, vacunas, insumos y recursos para que el Magdalena no pereciera de hambre o por el Covid-19.

A pesar de todo eso, solo viven diciendo que las vías y las lluvias son producto de Caicedo y no de 70 años de falta de mantenimiento y de administración negligente de otros gobernantes, incluso de congresistas que solo se han dedicado a llenarse sus propios bolsillos.

Todas las intervenciones de los politiqueros tradicionales (y de algunos títeres que se hacen llamar profesores y progresistas) van en su totalidad a descalificar a Caicedo. Es una extraña fijación que no se ha logrado, aún, explicar a ciencia cierta. A cada noticia injuriosa, a cada comentario insolente, a cada mentira la respuesta de Caicedo ha sido trabajar con más fuerza por los destinos del Magdalena. Una cuestión que parece retorcerles todo a los periodistas esbirros de la politiquería que destilan odio e inventan cada historia que pueden a través de la radio y la prensa digital.

Al inicio, un verso de Lope de Vega. Al final, un estribillo que también define cómo están los politiqueros con Caicedo: “relocos, papi, relocos”, o por qué no decir, ‘reloc@s’, con esa extraña fijación, la cual define Sigmund Freud “el carácter de una persona es el resultado de las excitaciones accidentales ocurridas en su historia sexual infantil, así como de las pulsiones que han determinado los modos de obtención de placer, a los cuales el ello ha quedado fijado por exceso o por defecto (esto es, por una perturbación). La fijación (o ligadura libidinal) intensa puede ejercerse hacia una persona, una idea, partes del cuerpo o representaciones de objetos. Esto influirá en la manera en que alguien establezca un vínculo afectivo más o menos neurotizado con sus semejantes y con la realidad material; configurando también una fuerte predisposición a síntomas neuróticos”.

Por consiguiente, para el médico austriaco considerado el creador del psicoanálisis, la fijación es un fenómeno típicamente neurótico: implica el detenimiento de la energía de una persona en etapas o fases de su desarrollo psicosexual. Es causa de sufrimiento, de malestar y sobretodo de una tenaz tendencia a la repetición.

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