Los territorios ancestrales están siendo ocupados por una nueva generación paramilitar, algunos de cuyos cuales se proclaman como “Conquistadores de la Sierra”. Ese es apenas, un apéndice de lo que representa todo el espectro “para” en ese macizo montañoso, que, valga recordar, cubre a los departamentos del Magdalena, Cesar y Guajira.
Lo último sobre este tema tiene que ver con la reunión sostenida por parte de los líderes espirituales de las diferentes etnias, con el Defensor del Pueblo Nacional.
Allá, en territorio de Palmor, jurisdicción del municipio de Ciénaga, mamos y funcionario dialogaron sobre los desplazamientos que vienen dándose en esa zona de la sierra, pero tampoco fueron ajenos sobre episodios similares, en regiones como Atanque en el Cesar y Caracolí en el sur de La Guajira.
En un documento dado a conocer por los líderes espirituales, se saca en limpio que, “las armas los están obligando a desplazarse y ya hay territorios vedados en esas coordenadas”.
Pidieron de la misma forma al gobierno nacional, protección especial para la realización de sus usos y costumbres, los cuales han tenido que suspender a fuerza de cañón.
Por su parte, la Troncal del Caribe, territorio en disputa entre el narcotráfico y la extorsión de bandas criminales, también es un corredor que alberga a quienes sucedieron a Hernán Girlado.
Los muertos están dando la razón en esto casos; ya son dos en la troncal del caribe y como va la curva estadística, podrían ser más por los distintos “puntos calientes” que todavía arden.
