Colombia

Los hechos que demostrarían que Julián Quintana no es una perita en dulce

Este abogado estaría presuntamente relacionado a la familia Cotes a través de diversas actuaciones.

En medio de una campaña de rumores y mentiras promovidos, aparentemente, por el abogado Julián Quintana para inculpar al gobernador Carlos Caicedo en los asesinatos a dos directivos de la Universidad del Magdalena, la sombra de este abogado empieza a posarse y generar dudas sobre el proceso. Sumado al hecho que infiere una presunta vinculación entre el entonces directivo judicial y el clan Cotes.

En declaraciones que fueron entregadas ante el Tribunal Superior de Barranquilla, la cual fue ratificada ante los fiscales de Derechos Humanos, Adán Rojas dejó en claro que Carlos Caicedo no fue el autor y determinador de los crímenes, sindicando a funcionarios de inteligencia militar. En esa oportunidad precisó que quien ha instigado declaraciones en contra de Caicedo es el empresario Álvaro Cotes a través de los abogados Alex Fernández Harding y su esposa, Dilia Barón.

Estos nombres, al final, son importantes pues Fernández Harding ha sido abogado de Álvaro Cotes Vives, quien ha mostrado su desprecio e incluso sus intenciones de exterminar a Carlos Caicedo. Ese mismo abogado fue el mismo de los familiares de Morelli y Otero, que hoy representa, curiosamente, Julián Quintana.

A esto hay que sumarle que en 2007 el exjefe paramilitar Hernán Giraldo, alias Taladro, reconoció que él y ‘Jorge 40’ fueron los autores intelectuales de esos crímenes, así como el clan de los Rojas (paramilitares de la Sierra Nevada), declararon que Caicedo también iba a ser ejecutado por su simpatía con la izquierda, aunque no lograron consumar el hecho. Y que Al finales de 2020 se señaló al fallecido jefe del clan Gnecco, Jorge Gnecco Cerchar, como autor intelectual de esos homicidios, según versiones del exparamilitar Mauricio de Jesús Roldan, alias Julián, antiguo jefe del Bloque Ariari de las AUC.

En medio de la declaración, Rojas dejó en claro que el empresario Cotes y los abogados antes mencionados “tienen fiscales para que lleven el jueguito para acusar a este señor”. Hilando delgado, es preciso recordar qué papel ha jugado presuntamente Julián Quintana en la Fiscalía General de la Nación y las distintas acusaciones realizadas en su contra y a sus más cercanos colaboradores.

A saber: Julián Quintana, durante su etapa como director del CTI de la Fiscalía, fue ampliamente cuestionado por supuestos favorecimientos al exsenador y expresidente Álvaro Uribe Vélez al haber alterado unos audios recolectados durante la interceptación de las líneas telefónicas de Uribe y Álvaro Hernán Prada.

Una de sus funcionarias de confianza, Carmen Sofía Carreño Daza, secretaria privada de Quintana, fue capturada cuando ingresaba de forma ilegal US$1 millón 080 mil 297 enn el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá, momentos después de que llegó de Santo Domingo, República Dominicana. El dinero venía en seis maletas de doble fondo.

Además de haber sido retenido por presuntas irregularidades en procesos de migración, en su momento la Procuraduría General de la Nación lo sancionó ya que según la entidad, se extralimitó en señalar de delincuente a Luis Alfonso Hoyos, investigado por presunto espionaje.

Estos hechos, sumado a su vinculación afectiva a una persona vinculada a una de las familias tradicionales de la ciudad de Santa Marta, con influencia en el Partido Conservador y una específica cuota en la Procuraduría en la capital del Magdalena, ponen en manto de duda cualquier actuación.

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