Los Char nuevamente al control de Telecaribe, Mintic su mejor Carta

Cuando se pensaba que la elección de gerente del canal regional resultaría ser un ejercicio de transparencia para sacar adelante al canal regional del Caribe, una maniobra política de la familia Char se comienza a evidenciar.

Este 23 de julio se ha confirmado que detrás de la elección del nuevo gerente del canal regional Telecaribe hay una clara intención política para mantener más diezmado de lo que ya está al principal medio de expresión de los habitantes de esta zona del país.

Una intención que se concreta con la elección de una terna encabezada por Harold Salazar, un comunicador social que logró el apoyo charistas y que durante su gestión como presidente de la Asociación de Comunicadores Sociales del Atlántico (ACSA) convirtió a ésta en una próspera contratista de la Alcaldía de Barranquilla.

Salazar y la confección de la terna que incluye a Mabel Moscote y a Geovanny René Otalora Rivero recibió curiosamente los votos charistas: el de la Alcaldía de Barranquilla (faltaría más), el de la Gobernación del Atlántico (claramente vinculada con esta familia) y el del Ministerio de las TIC. Este último voto sorprende no tanto porque haya sido emitido por Karen Abudinen (otro alfil charista en el alto gobierno) sino porque esta entidad siempre se había mantenido al margen de las discusiones para propiciar que sean los gobernadores los que tomen las decisiones, por primera vez el ministerio en la historia de telecaribe se mete a la pelea por lograr candidato.

A este voto se sumó el de la Gobernación de Bolívar, aliado de la casa Char y el de la Universidad de Cartagena, que sigue los lineamientos de esa administración departamental. En el caso de la Universidad del Magdalena el voto fue también a favor de los intereses charistas por la cercanía de Luis Miguel Cotes -jefe político del rector Pablo Vera- con los todopoderosos barranquilleros.

Estos votos, propios de una calculada estrategia política, no responden a los tiempos en que en el canal se primaba la calidad, la independencia y el profesionalismo para construir televisión. La misma que se perdió cuando ingresó Juan Manuel Buelvas, el cuestionado administrador que todavía no ha explicado la concentración  de producción con dos o tres empresas de Barranquilla por más de $20.000 millones y que se presume fue respaldo durante 6 años por la familia barranquillera.

Los otros gobernadores, como Córdoba, Sucre, Cesar, Magdalena y La Guajira, fueron marginados en el propósito de abrir la terna a más actores que representaran a toda la región Caribe y permitieran el sueño de una televisión que integrara los departamentos, que responda a los ciudadanos que cada día se ven menos identificados con el canal de televisión fundado en 1986.

El próximo lunes 27 de julio se conocerá la concreción de esta jugada en contra de los intereses del colectivo caribe.

Hoy los gobernadores deben decidir si pelean su autonomía por el canal del Caribe o se someten a los Char y sus súbditos.