En noviembre de 2019, Dilan Cruz, un joven de 18 años que participaba en una manifestación contra el gobierno, en Bogotá, fue herido de muerte en la cabeza por un paquete de bolas de plomo disparadas por un agente de las fuerzas especiales.
En Santa Marta, el hijo de un reportero gráfico, fue muerto de un tiro durante un procedimiento policial de inmovilización de una moto.
Naciones Unidas advirtió a finales de febrero sobre las matanzas y otros presuntos abusos cometidos por militares y policías en Colombia.
Alberto Brunori, representante de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, señaló que en 13 casos de muerte que involucran a agentes estatales, “se observó” uso “innecesario y / o fuerza desproporcionada ”.
El caso ocurrido hace dos días también en Bogotá con el abogado Javier Ordóñez, quien murió tras recibir más de seis descarga eléctrica con una pistola eléctrica, desató anoche la histeria e indignación de muchos colombianos, algunos de los cuales decidieron salir a las calles y protestar e incendiaron el Caí de la policía donde habrían conducido al abogado después de ser inmovilizado con las descargas eléctricas.
No obstante, los abusos de fuerza de la Policía continuaron anoche, cuando se vieron desgarradoras imágenes en las que policías agreden a civiles de manera violenta y luego huyen, como se muestran en los vídeos que fueron publicados en sendas cuentas de Twitter por ciudadanos indignados.
