Magdalena

Hasta donde llegaba la inversión de valores en la politica lugareña.

Una anécdota de Ivan Villazón con dos políticos samarios...

Por: Jorge Soto Daza

Era la época de los politicos tradicionales en Santa Marta y el Magdalena, cuando el cantante vallenato, Iván Villazón, lanzó un saludo para dos políticos samarios: “Hugo Geneco Arregoces y Poncho Campo, el nuevo país”…

Lo curioso del caso es que, en ese momento, ese nuevo país estaba preso. El uno por desviación de recursos y el otro por delitos relacionados con el paramilitarismo.
Los dos, Hugo Geneco y Poncho Campo, estaban tras las rejas.

En ese orden de ideas se movían los políticos de esa época, especialmente los representantes de los apellidos ilustres, como los Vives por ejemplo.

Para citar dos casos, Luís Vives Lacouture, estuvo investigado por recibir mas de 4 mil millones de pesos de Agroingreso Seguro, los cuales debió devolver aunque sin intereses.

Por su parte, su hermana, María Cristina Vives Lacouture, fue condenada por defraudar a Concasa por más de 200 millones de pesos.
Sin embargo, continuaron mostrándose como personas representativas de los clanes familiares que manejaban la administración pública.

Pero,”no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que los resista, ni enfermera que lo asista”.

A partir de ese momento los vives comenzaron a desaparecer del mapa político. Al punto que, Raúl Vives Lacouture, que al igual que su familia habian habitado el partido liberal, en un arranque de locura o de ansiedad porque su apellido volviera a brillar, se lanzó al congreso… Por el partido conservador.

Ni los trabajadores de sus fincas votaron por el. Se ahogó y ahogó también la última oportunidad de volver a la politica.

Bajo esas premisas y con base en la realidad actual, Santa Marta cambió. Se acabaron casi 70 años de dominio, no sólo de Vives, también de Davilas, Abondanos, Lacouture, Diazgranados, Caballeros, Zúñigas, y otros tantos que se turnaban para manejar y usufructuar de manera delincuencial, los recursos que debían invertir en el desarrollo de Santa Marta y el Magdalena.

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