MagdalenaSanta Marta

“Compañeros, me fui de apendicitis. Ojalá me dejen vivo los médicos…”

Esas fueron las últimas palabras que el profesor Carlos Payares nos dijo el 30 de noviembre pasado a las 2:30 de esa tarde en el grupo de whatsapp de CAMBIO24, medio al cual él también hacía parte del staf de periodistas desde su fundación y en la parte de la editorial del impreso y la web.

“No se preocupe profe, que usted es un guerrero y vamos a orar para que salga bien de la operación”, le dijimos casi al unísono, pero de diferentes maneras, sus compañeros editorialistas y cronistas: Jorge Soto, Jorge Luis Urbina, Toby Tobías y mi persona.

Carlos Payares era un ser muy sociable. En el poco tiempo que lo traté, casi dos años, durante las campañas de la hoy alcaldesa Virna Johnson y hoy gobernador Carlos Caicedo, pues él pertenecía al movimiento Fuerza Ciudadana desde su fundación, me pude dar cuenta de que, además, era un hombre con profundas raíces progresistas e ideales que se sintonizaban no solamente con la realidad de Santa Marta y el Magdalena, sino también con la de Colombia.

Sus críticas carecían de odio o resentimientos personales; por el contrario, con argumentos sólidos y probatorios controvertía cualquier tema, comentarios u otras informaciones en las redes sociales y en las columnas editoriales en las que escribió tanto en otros medios impresos locales en el pasado como en el actual CAMBIO24, donde había publicado varios editoriales e informes destacados.

Él redactó el primer editorial de CAMBIO24 y el cual títuló: “Una Realidad de la Comunicación Para el Cambio Social”. Además, desde el principio, nos guió para no apartarnos del verdadero ideal del medio o su objetivo principal: velar por los intereses del sufrido pueblo.

Sin duda él ya no va a estar físicamente entre nosotros, pero su espíritu progresista en beneficio siempre de la comunidad, seguirá como uno de sus legados para este proyecto que él nos ayudó a hacer realidad. Paz en su tumba maestro Payares y gracias por el breve, pero provechoso tiempo, que estuviste con nosotros.

Por Álvaro Cotes Córdoba.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cerrar