Tras el actuar parcializado del CNE, vuelve la compra de votos con mercados en Santa Marta

Por Álvaro Cotes Córdoba

El candidato al Concejo de la ciudad, Milton Piña, quien ya fue despojado de su cargo anteriormente por irregularidades, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán. Piña busca regresar a la corporación municipal de la mano del candidato a la Alcaldía por Cambio Radical, Carlos Pinedo, utilizando una estrategia ilegal y antidemocrática.

La denuncia fue realizada por los propios habitantes de esos barrios, quienes grabaron en sus teléfonos móviles el actuar de estos políticos. A través de estos videos, se evidencia claramente cómo se entregan mercados a cambio de votos, una práctica que no solo es ilegal, sino que también atenta contra la integridad del sistema democrático.

Es preocupante que el Consejo Nacional Electoral (CNE), encargado de garantizar la transparencia y equidad en los procesos electorales, no haya tomado medidas enérgicas ante esta situación. Resulta inaceptable que los propios magistrados del CNE, quienes deberían ser los guardianes de la democracia, sean partícipes de este tipo de prácticas corruptas bajo el amparo de sus respectivos partidos políticos.

Es imperativo que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y lleven a cabo una investigación exhaustiva que permita identificar a los responsables de esta compra de votos en Santa Marta. No podemos permitir que el futuro de nuestra ciudad esté en manos de políticos sin escrúpulos, que buscan obtener el poder mediante métodos ilegales en lugar de presentar propuestas y programas que beneficien a la comunidad.

Es responsabilidad de todos los ciudadanos denunciar estas prácticas ilegales y estar vigilantes durante el proceso electoral. La democracia no debe ser mancillada por intereses personales y corruptos. Exijamos que se haga justicia y se sancione a quienes violen la ley.

Esperamos que las autoridades competentes tomen acciones contundentes y ejemplares contra aquellos políticos que pretenden comprar el voto de los ciudadanos con mercaditos. Solo así podremos garantizar un proceso electoral limpio y transparente, en el que los verdaderos intereses de la comunidad sean representados y protegidos. Santa Marta merece elecciones libres de corrupción y comprometidas con el verdadero bienestar de sus habitantes.