A propósito de una serie de declaraciones en la que insinuaba que la administración departamental del Magdalena se comportaba como un régimen nazi.
El título de esta información tiene una intención: evidenciar que en muchas ocasiones, cuando se apela a referencias que no se entienden o que se sobredimensionan, puede incurrir en estigmatizaciones y juicios valorativos muy severos.
Tal es el caso de la diputada Claudia Aarón. Esta mujer, que cada vez que interviene -y creemos que con pleno derecho- hace toda sarta de cuestionamientos, en muchos casos carentes de sentido, hizo uno que es muy peligroso: asociar la administración departamental que encabeza Carlos Caicedo con el régimen nacional socialista que destruyó a media Europa en la Segunda Guerra Mundial.
Con el argumento que algunas instituciones hospitalarias, libremente y en el uso de sus facultades, decidan utilizar algunos colores característicos para identificar sus fachadas, Aarón dijo que ese tipo de acciones son comparables al nazismo.
No, diputada Aarón: en democracia, la que llevó a Carlos Caicedo al Gobierno del Magdalena con más de 300.000 votos, no hay lugar a cuestiones tan desequilibradas como el régimen de Adolf Hitler.
Usar una referencia, solo por usarla y no entender el contexto ni las implicaciones, es sumamente peligroso, además de un reflejo de ignorancia. ¿Usted ha visto exterminio con cámaras de gas? ¿Ha visto persecución por raza o religión en el departamento? ¿Usted ha visto campos de concentración en este departamento? ¿Ha visto, si acaso, el inicio de una guerra o la invasión de otras zonas territorales del Caribe a través de la fuerza militar?
La respuesta es claramente NO. Porque eso es lo que significa el régimen nazi. Por respeto a la historia y a quienes la sufrieron, es mejor buscarse otras referencias para atacar a un contendiente político.
