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¡Increíble! La diputada Elizabeth Molina la sacó del Estadio

A la diputada Elizabeth Molina Campo, se le ocurre, en su un abierto enfrentamiento politiquero al gobierno del Magdalena, presentar a consideración de la duma, un proyecto de ordenanza “para que se mantenga la identidad del Departamento y se eviten gastos económicos publicitarios de movimientos políticos a los cuales pertenezcan los gobernantes de turno

El departamento del Magdalena se encuentra en grave situación, en crisis social y económica, producto de la desatención que durante décadas ejercieron los gobiernos públicos municipales en cada Ente territorial y a nivel regional, en el departamento, a través del Palacio Tayrona.

La Cámara de Comercio confirma esta situación en un reciente informe que ratifica el estado de pobreza absoluta de este departamento, especialmente en el reciente año 2020.

Para la Cámara de Comercio de Santa Marta, La crisis económica y social generada por la pandemia del Covid-19 tuvo grandes efectos en las cifras de pobreza monetaria en el año anterior, así lo señala el estudio ‘Pobreza Monetaria en el Magdalena, Resultados 2020’ elaborado por la Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena construido con base en cifras del DANE, donde también se comparan balances similares para los años 2012 y 2016.

En términos económicos, la condición de pobreza para una persona se da por ‘Línea de Pobreza’, representada por el nivel de ingresos que asegura su mínimo vital; teniendo en cuenta esto, para el año 2020 la Línea de Pobreza Monetaria en el Departamento fue de $293.037 mensuales, y la Línea de Pobreza Monetaria Extrema fue de $128.639 mensuales.

Estas cifras implican que, en el año en cuestión, del total de los residentes en el Departamento, 792.973 vivieron en condiciones de pobreza, es decir, cerca del 60% de los magdalenenses. De igual forma, 322.000 personas se ubicaron en situación de pobreza extrema, esto es, el 24% de la población.

Lo anterior significó un crecimiento del 13% en incidencia de la pobreza y del 33,6% en incidencia de la pobreza monetaria extrema con respecto al 2019, una condición que ubica al Magdalena como el segundo Departamento con la más alta Incidencia de Pobreza Monetaria de la Región Caribe y el tercero con el mayor Índice de Pobreza Monetaria Extrema.

En este sentido, el estudio también hace énfasis en la evolución de las brechas y la severidad de la pobreza en el Magdalena en el periodo 2012-2020. En cuanto a las brechas, que son los ingresos que le hacen falta a una persona para salir de la pobreza, en el Departamento existe una tendencia cíclica que indica un aumento hacia los últimos 3 años, posicionándose para el 2020 en 26,2% en la brecha de pobreza monetaria y en 9,1% para la brecha de pobreza monetaria extrema.

Ahora bien. Existe una voluntad política del Gobernador Carlos Caicedo de superar estos indicadores de po0breza y miseria en el Magdalena y de trabajar por este Ente Territorial, Plasmando todo el proyecto en el Plan de Desarrollo “El Magdalena Renace”.

Respondiendo a esta voluntad política, radicó en la Asamblea del Magdalena, siete proyectos de ordenanzas que primero fueron engavetados y luego hundidos. Son estos:

Proyecto para construir tres Centros de Vida para beneficiar a 5 mil personas de la población vulnerable, proyecto de Infraestructura de 4 Bancos de Maquinarias con presupuestos totalmente viables para mejorar la movilidad en el Departamento.

El proyecto de la Tasa del Deporte, que busca beneficiar a la población escolar y los deportistas de alto rendimiento.

Intervención y construcción de escenarios deportivos. A esto se suma que el Magdalena no tendrá sitios nuevos para la práctica del deporte, instalaciones adecuadas y los implementos deportivos que permitan desarrollar una excelente formación en las diferentes disciplinas.

Los diputados de la mayoria de la Asamblea del Magdalena, engavetaron el proyecto de la creación de la Cooperativa Multiactiva, empresa de Economía Solidaria, en la forma de Administración Pública Cooperativa.

Igual futuro tuvo el proyecto de ordenanza que pretendía aliviar la economía de los magdalenenses. Esta oportunidad fue negada y ahora la ciudadanía deberá pagar, además del capital, sanciones e intereses de la deuda adquirida durante los meses de la pandemia por el Coivid-19.

Pero no solo vivirán esta situación la población misma. Institucionalmente se verá afectado el traslado de la estampilla para la Universidad del Magdalena de los meses de octubre, noviembre y diciembre, pese a que la Gobernación tiene listos recursos en caja, toda vez que la Duma no le facilitó a la administración las facultades para adicionar.

Y para rematar se impide facultades de adición para el traslado de presupuestos para Aguas del Magdalena en el marco de los Recursos del Sistema General de Participaciones para definir los proyectos del Plan Departamental de Aguas, con el que la Gobernación busca superar la problemática por falta de agua en el Magdalena.

Y finalmente la Asamblea también se negó a aprobar la exención del 100% del pago del impuesto de renta a los beneficiarios del trámite de formalización y adjudicación de predios rurales, con el cual se iban a favorecer más de 3.600 magdalenenses que tienen solicitudes de formalización y solicitudes de adjudicación de predios y que se encuentran a la espera de este beneficio.

En fin, esta es la situación que se presenta con los “Honorables” padres de nuestra patria Regional, que es el departamento del Magdalena.

No obstante, ante tantas y tantas necesidades y tantos problemas y queriendo que se impulse al actual gobierno y se empodere con facultades para trabajar, empezando a resolver las necesidades básicas insatisfechas; a la diputada Elisabeth Molina Campo, se le ocurre, en su un abierto enfrentamiento politiquero al gobierno del Magdalena, presentar a consideración de la duma, un proyecto de ordenanza “para que se mantenga la identidad del Departamento y se eviten gastos económicos publicitarios de movimientos políticos a los cuales pertenezcan los gobernantes de turno”.

Sostiene que “En las comunicaciones, la divulgación de políticas, planes, programas, proyectos y todo lo relacionado con inversiones públicas provenientes de la Gobernación del Magdalena, se deberá mantener obligatoriamente la imagen institucional, sin alterar la identidad y los símbolos que representan a esta parte del país”.

El proyecto ya está en manos de la Secretaria General de la Asamblea Departamental y deberá ser estudiado por cada diputado y posteriormente, debatido en plenaria para que haga su curso y pueda recibir o no, su aprobación.

“La institucional debe respetarse por encima de los intereses particulares. Los recursos públicos económicos no están al servicio de los partidos y movimientos políticos, ello quiere decir que hoy la papelería, camionetas y todos los proyectos e inversiones que son financiados por la Gobernación del Magdalena no pueden ser la propaganda de partidos políticos, donde pareciera que fueran ellos quienes ejecutan obras” precisó la diputada Elizabeth Molina Campo.

De aprobarse la iniciativa, queda prohibido que la Administración de cada periodo constitucional pueda hacer uso de imágenes, emblemas o colores propios y/o de movimientos o partidos políticos por los cuales hayan sido postulados o elegidos sus dignatarios.

“Con este proyecto evitamos que cada cuatro años se gasten millones y millones de pesos innecesarios. Cada Gobernante deberá someterse a la institucionalidad y a la identidad que durante décadas nos ha representado y evitamos que la Gobernación del Magdalena se convierta en un escenario publicitario para partidos y movimientos políticos” afirmó Molina Campo.

Así que esta es la gran iniciativa de esta diputada que, en respuesta a los intereses de los clanes políticos tradicionales del Magdalena, les carcome el alma y les molesta que avance la institucionalidad de un gobierno cuyo interés fundamental es la sociedad, la gente pobre que necesita ya, se solucionen los problemas más importantes y que se le de paso a los proyectos que verdaderamente aquí se necesitan para sacar a este departamento del estado de pobreza y miseria en que lo metieron hasta el fondo los politiqueros del pasado representados por partidos como Cambio Radical, Centro Democrático y el mismo Partido de la U de Elizabeth Molina.

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