Conozca por qué Claudia Aarón está impedida para discutir el proyecto del fondo de gratuidad en Unimagdalena

Las denuncias realizadas por el diputado Rafael Noya sobre lo improcedente que era el hecho que Claudia Patricia Aarón fuese la ponente del proyecto de ordenanza que busca crear el fondo de gratuidad de la educación superior para la Universidad del Magdalena son ciertas.

Y lo son no solamente por el hecho que Aarón, en sesión de la Asamblea del Magdalena, haya expresado estar en contra de la iniciativa, incluso antes de estudiarla y revisarla. También, por el detalle, nada menor, de la vinculación de personas de su círculo cercano a esa institución.

De acuerdo a la revisión del sistema de contratación de la Unimagdalena, Luis Aarón Viloria -hermano de Claudia Patricia- tiene órdenes de servicio en la institución desde el año 2017, con promedios de $10.000.000 por cinco meses. A lo largo del tiempo ha recibido, en total, $85.267.000 en 9 contratos con cuatro otrosíes.

Pero no solo este familiar es uno de los beneficiados. Los hermanos Carlos y Camilo Díazgranados Pinedo son conocidos en la sociedad samaria no solo por ser gemelos; también porque uno de ellos, Carlos Eduardo, es la actual pareja sentimental de la diputada Aarón.

Carlos Eduardo, por ejemplo, ha sido beneficiario desde 2016 (época en que ingresó Pablo Vera a la rectoría de la Universidad del Magdalena) de al menos 6 contratos que suman $27.600.000. Su hermano, Camilo, y cuñado de Aarón Viloria, ha obtenido 9 contratos con cuatro otrosíes que sumados generan un total de $71.220.000.

Esta relación contractual demuestra, al menos, dos cosas: que la diputada Claudia Patricia Aarón tiene intereses en la Universidad del Magdalena, por lo tanto, debe declararse impedida y, no menos importante, que el principal centro de estudios del departamento es utilizado como fortín político para cumplir con cuotas burocráticas de los diputados. Un discurso que se aleja del mérito y la excelencia que pregona el actual rector Pablo Vera.