Colombia frente a la disyuntiva del Fracking

Desde que comenzó a hablarse en el país de la posibilidad de la llegada del Fracking para explotar yacimientos de gas y petróleo, la discusión se ha dado entre quienes tienen sus intereses en aplicar esta técnica, en su mayoría grandes industriales y quienes no la apoyan, porque la consideran nociva para el medio ambiente.

El debate continúa incluso en el Gobierno Nacional en donde se analizan  pro y contras de esta práctica. Por los lados de la Región Caribe el tema ambiental es muy preocupante, por lo que se sigue hablando de las energías limpias.

El Fracking o fracturación hidráulica en la industria de los combustibles fósiles,  es una técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales. Se trata de explotar el gas acumulado en los poros y fisuras de ciertas rocas sedimentarias estratificadas de grano fino o muy fino, generalmente pizarras, cuya poca permeabilidad impide el movimiento del gas a zonas de más fácil extracción.

Esta técnica requiere realizar cientos de pozos e inyectar en ellos millones de litros de agua cargados con un cóctel químico y tóxico para la extracción.

Durante el procedimiento, según los expertos, se correrían muchos riesgos, por ejemplo escapes de gas, escapes de ácido sulfhídrico y derrumbes. Entre las sustancias disueltas a partir de la fracturación rocosa, donde está el gas y durante el proceso de fractura, se encuentran metales pesados, hidrocarburos y elementos naturales radiactivos.

También existe el peligro de la contaminación de acuíferos, posibilidades de que una de las fracturas inducidas alcance un acuífero, contaminando el agua con los fluidos de la fracturación y con el propio gas de la formación que se pretende extraer.

Es Estados Unidos, el verdadero motor y exportador de esta técnica y el que está impulsando su expansión en el resto del mundo y en otros países la situación legal está de la siguiente manera, en Europa ya se han declarado moratorias o prohibiciones al fracking , por ejemplo en Francia, Bulgaria, Irlanda, Rumanía, o algunos estados alemanes. En otros, como Austria, se imponen límites ambientales muy severos para el uso de la técnica. En Estados Unidos, en donde se está usando ampliamente la fractura hidráulica desde hace una década, la oposición popular está muy extendida tras comprobarse los peligros reales de esta técnica.

En 2012, cuando Juan Gabriel Uribe era ministro de Medio Ambiente, la Contraloría emitió una advertencia para Minambiente y la Anla sobre los riesgos ambientales de este tipo de explotación. Aparte de enumerar estos riesgos, el ente regulador solicitaba, por encima de todo, que si llegaba a aprobarse esta práctica en el país se hiciera siempre teniendo en cuenta el medio ambiente y sus necesidades.

Durante su campaña hacia la presidencia de la República, Gustavo Petro se pronunció sobre la posible implementación del Fracking en Colombia, y dejó claro que lo que hay es que apostar por las energía limpias.

“Hay que partir del hecho de que el país tiene reservas de petróleo para pocos años y que alternativas como el fracking no son viables por sus efectos ambientales y en especial sobre las fuentes de agua. Entidades han reconocido el potencial de las energías renovables, pero ha faltado voluntad política”, expresó.

Agregó que hay que  invitar a empresas privadas a construir dos a tres gigavatios en parques comunales y en techos de la Costa Caribe, que provean energía para el transporte en las ciudades.

De la misma manera  buscar que cada hogar genere un kilovatio solar en La Guajira u otra zona de alto potencial, impulsar en la zona andina pequeñas centrales hidroeléctricas en donde haya potencial para remplazar los megaproyectos y sus negativos impactos.

“Restringir paulatinamente el consumo de diésel para mejorar el aire en más ciudades al incentivar el transporte con gas natural o eléctrico, acompañado de créditos blandos, y que Ecopetrol creara el Instituto de tecnologías en energías convencionales y no convencionales para generar saber e impulsar la creación de proyectos e industrias con base en la innovación de aporte nacional con alianzas internacionales.

Hoy vemos como ciudades como Bogotá, Medellín y Bucaramanga sufren los efectos de la contaminación del aire por este tema del diésel y las grandes industrias.

Los departamentos que en la Región Caribe serían impactados por esta práctica son: La Guajira y Cesar, debido a las grandes reservas de gas que poseen, generando la preocupación por las afectaciones ambiental que se puedan presentar en esas zonas que hacen parte de las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.