Colombia

Colombia 30 años después de la promulgación de la Constitución del 91

Carlos Caicedo, hoy Gobernador del departamento del Magdalena participó como promotor del Movimiento Estudiantil por la Séptima Papeleta, que impulsó la Asamblea Nacional Constituyente.

Este domingo 4 de julio, la Constitución Política de Colombia cumple 30 años de su promulgación. La Constitución del 1991 se ha distinguido por ampliar la democracia, tener mecanismos de participación política, el estatuto de la oposición, las reformas políticas y, sobre todo, algunos mecanismos de protección de derechos, como lo son las acciones populares, de cumplimiento y de tutela.

Sobre la Constitución del 91, Hernando Herrera, director de la Corporación Excelencia en la Justicia, afirma que “al año se están presentando más de 600.000 tutelas, lo cual está indicando el éxito que le genera al ciudadano y la confianza que le genera esa acción de protección de derechos fundamentales”, informa Blu radio.

El miércoles 7 de julio se darán cita académicos, las altas cortes y organizaciones sociales en un evento que determinará los retos, logros y desafíos de la carta política.

CARLOS CAICEDO Y SU PAPEL EN LA SÉPTIMA PAPELETA

El hoy Gobernador del Magdalena Carlos Caicedo, abogado egresado de la Universidad Nacional de Colombia y magister en Dirección Universitaria de la Universidad de Los Andes. Formado en el sistema educativo público, desde el preescolar hasta su carrera profesional. Se graduó en el Liceo Celedón de Santa Marta.

Si liderazgo estudiantil lo potenció en la Universidad Nacional, desde donde participó como promotor del Movimiento Estudiantil por la Séptima Papeleta que impulsó la Asamblea Nacional Constituyente, a la que fue candidato en 1990. Entre 1993 y 1994 fue vocero Nacional de Paz entre el sector del ELN y el gobierno nacional.

LA SÉPTIMA PAPELETA

La Séptima papeleta fue una propuesta que surgió a partir de un movimiento estudiantil ante las elecciones del 11 de marzo de 1990 de Colombia que se elegían Senado, Cámara de Representantes, Asamblea Departamental, Juntas Administradoras Locales (JAL), Concejo Municipal, Alcaldes (las elecciones para gobernador solo fueron a partir de la constitución del 91). El movimiento Estudiantil propuso incluir un séptimo voto en promovida por un grupo de estudiantes de diferentes universidades, dio origen a varias reuniones para efectuar un nuevo pacto social.

Fueron numerosas las reuniones que se efectuaron por estos jóvenes líderes quienes preocupados por la situación de su país buscaban alternativas de solución a la crisis de violencia en Colombia por el accionar de los participantes en el conflicto armado colombiano y narcoterroristas.

El Movimiento de la Séptima papeleta fue constituido por estudiantes universitarios, provenientes de instituciones públicas y privadas, de varias ciudades del país, lideradas por: Fernando Carrillo Flórez, Claudia López, Catalina Botero. Fabio Villa, Óscar Guardiola.

Ellos promovieron la introducción de una papeleta electoral adicional a las seis oficiales, en las elecciones de marzo de 1990, a fin de promover la convocatoria de una Asamblea Constituyente en Colombia.

PROCESO CONSTITUYENTE

Este movimiento fue impulsado por un grupo de estudiantes universitarios que querían cambiar la constitución de 1886, por considerarla obsoleta para enfrentar los nuevos desafíos en los derechos fundamentales y asegurar la paz en Colombia.

En diciembre de 1989, el gobierno del presidente Virgilio Barco se propuso convocar a un “Referendo extraordinario por la paz y la democracia”, durante el trámite de la reforma constitucional proyectada para el 21 de enero de 1990 para consolidar los acuerdos de paz con la guerrilla del Movimiento 19 de abril (M-19).

Debido a la presión violenta del narcotráfico, especialmente por “Los Extraditables” se quiso aprovechar la consulta con el pueblo para que se pronunciara también sobre la extradición, lo que causó que el Gobierno desistiera de la totalidad del proyecto.1.

En 1990, los estudiantes de varias universidades de Colombia impulsaron la inclusión de la “séptima papeleta” en los comicios del 11 de marzo de 1990 para apoyar la convocatoria a una asamblea constituyente. Este tipo de reforma constitucional no estaba autorizado en la Constitución de 1886, estipulado en el Artículo 13 del plebiscito de 1957. La consulta arrojó cerca de 2 millones de votos y provocó una situación de facto que el gobierno legalizó por decreto 927 de 1990 y se facultó a la Organización Electoral para contabilizar los votos que se depositaran en las elecciones presidenciales del 27 de mayo de 1990.

La puesta en marcha de una democracia participativa fue uno de los ejes centrales del proceso constituyente. Los jóvenes del movimiento estudiantil empezaron a salir y competir por integrar la Asamblea Nacional Constituyente promovida por ellos mismos.

El que primero se lanzó a la palestra política fue el joven estudiante Wilson Abraham García, quien contó con el respaldo inicial de 12 centros de educación de Colombia, pero en el congreso de estudiantes de Medellín (Colombia) no se llegó a un acuerdo definitivo y se convocó a otro Congreso de estudiantes en Manizales (Colombia). Allí, Abraham García declinó su interés en integrar ese cuerpo constituyente y decidió respaldar a su compañero, manteniendo así la unidad en el movimiento estudiantil que ayudó a construir. Esto, finalmente definió a Fernando Carrillo Flórez, como candidato a la Asamblea Nacional Constituyente, quien para la época era Asesor del Presidente de la República para este tema.

Justamente sobre la fecha el ex procurador Fernando Carrillo aseguró que la Constitución de 1991 fue un “momento mágico, porque la clase política quedó a un lado y eso nunca había pasado en Colombia”.

Por su parte, Antonio Navarro Wolff, en cuanto al cumplimiento, señaló que la Constitución del 91 sí “cambió la institucionalidad, pero no se ha aplicado de la manera profunda en la que se debe haber aplicado en estos 30 años”.

A su vez, el ex magistrado de la Corte Constitucional Juan Carlos Henao advirtió que en estos años no ha funcionado “el equilibrio de poderes, pero no es culpa de la Constitución”. Henao, además, agregó, “en el presidencialismo, usualmente el presidente domina el Congreso. Realmente el legislativo no ha cumplido como en otros países”.

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