Por: Jorge Luis Urbina Mejía
Edgar Fuentes, el reconocido reportero gráfico del barrio Pescaito en Santa Marta, hincha a morir del ciclón bananero; amigo de Carlos “El Pibe” Valderrama, Carlos Vives y en general de todos los samarios, es no solo un artista de la fotografía, sino también lo es, de la vida.
Él no es cualquier fotógrafo, es un fotógrafo con charreteras, recorrido y experiencia profesional, construida a través de varias décadas en medios como El Tiempo, El Heraldo, Reporteros de la Costa y El Informador entre otros.
También se ha destacado institucionalmente en la Gobernación del Magdalena, Alcaldía de Santa Marta y Universidad del Magdalena; definitivamente, Edgar Fuentes, es un general de 4 soles.
La vida de este dinámico reportero, ha sido desprevenida, feliz y sin complejo alguno; personalidad que exalta al ser pescaitero. Cualidades que además fortalecen su existencia, especialmente cuando ha tenido momentos de pruebas y aflicciones.
Edgar Fuentes nos relata su reciente testimonio de vida.
“Lo que sucedió mi hermano, es que a mí me operan primero de las arterias. Estuve 2 veces en UCI. El tema del corazón fue una situación muy compleja desde el punto de vista médico, en donde se invirtió mucho tiempo. Igual sucedió con el diagnóstico para el coronavirus, se detectó en un momento en que estaba muy avanzado”.
Ahora en mi tiempo de cuarentena me he dedicado a investigar sobre el virus y sí tú lo paras a tiempo; él no es tan desbastador, lo puedes controlar tú desde tú misma casa. Eso arranca como una gripa y luego se van presentando todos los síntomas”.
“La verdad, las clínicas y hospitales deben tener médicos especialistas en varias áreas, trabajando en emergencia con médicos generales con la capacidad de diagnosticar el paciente a tiempo. Así sucede en Argentina en donde he estado, en varias oportunidades. Aquí se está perdiendo mucho tiempo”.
La vida entre el problema cardiaco y el coronavirus, fue un drama tremendo para Edgar Fuentes, que prácticamente lo cambió, llevándolo a perder hasta 40 kilos en su cuerpo.
“Imagínate que apenas recién operado de las arterias del corazón, me cogió el coronavirus y me desbasta completamente. Igual la condición en UCI, causa efecto psicológicos muy negativos, acompañados también por la reacción de los medicamentos y el tratamiento”.
“Fue entonces cuando clamé a Dios y el me escuchó y respondió; pues sí me acababa de hacer un milagros increíble con el tratamiento y cirugía de las arterias tapadas en un 98 %; no me vas a dejar en esa situación”.
“Yo hablé con él por primera vez en ese momento sentí que me escuchó. Hablar con Dios, es una cosa muy diferente a orar. Le dije: Por qué me vas a sacar de una cosa, para meterme en esto y clame; entonces sentí que la oración caló y prácticamente me salvó de la muerte, primero de la obstrucción de las arterias y luego del coronavirus”.
Edgar Fuentes, se encuentra hoy en cuarentena y con palabras de agradecimientos, primero a Dios y luego a los médicos y enfermeras que lo atendieron en este momento de crisis y prueba en su salud; reconociendo que estuvo al borde de la muerte, pero nunca perdiendo la fe y con ánimo y fortaleza para seguir adelante, en esta batalla de la vida.
