EditorialSanta Marta

La Corporación Internacional Fitch Rating Desmiente al Alcalde Encargado Rugeles

La Fitch Rating ha desmentido por medio de su último informe afirmaciones del Secretario de Transparencia de la Presidencia de la República y alcalde (e) de Santa Marta, Andrés Rugeles, quien contrariando la realidad recientemente afirmó en algunos medios de comunicación que las finanzas de la ciudad estaban en total deterioro. La realidad oficial indica todo lo contrario: las finanzas del distrito de Santa Marta, bajo la gestión del suspendido alcalde Rafael Martínez, han venido mejorando.

Según el informe de la Fitch Ratings, Santa Marta “subió la calificación nacional de largo en ‘A (col)’ y afirmó la de corto plazo en ‘F1 (col)’ al Distrito de Santa Marta. Además, retiró la observación en evolución. La Perspectiva de la calificación de largo plazo es Estable. La acción de calificación es resultado del análisis de la evaluación de los gobiernos locales y regionales bajo la nueva Metodología Global de Calificación de Gobiernos Locales y Regionales Fuera de los EE.UU. El alza de la calificación de largo plazo refleja la percepción de la Fitch frente a la capacidad de pago de la entidad y consideró un perfil de riesgo de rango más débil, que implica un riesgo relativamente alto de que el flujo de caja operacional se reduzca debido a la robustez, a la capacidad moderada de aumentar sus ingresos y la habilidad de controlar tanto sus gastos como el riesgo moderado de que el servicio de la deuda se incremente por encima de lo esperado.”.

Vale la pena señalar que para la Fitch las Calificaciones Nacionales ‘A’ “denotan expectativas de bajo riesgo de incumplimiento en relación a otros emisores u obligaciones en el mismo país. Sin embargo, cambios en las circunstancias o condiciones económicas pueden afectar la capacidad de pago oportuno en mayor grado que lo haría en el caso de los compromisos financieros dentro de una categoría de calificación superior.”. En cuanto a las calificaciones crediticias nacionales de corto plazo señala la Fitch que  ‘F1’ indica “la más fuerte capacidad de pago oportuno de los compromisos financieros en relación a otros emisores u obligaciones en el mismo país. En la escala de Calificación Nacional de Fitch, esta calificación es asignada al más bajo riesgo de incumplimiento en relación a otros en el mismo país. Cuando el perfil de liquidez es particularmente fuerte, un “+” es añadido a la calificación asignada.”. Por lo tanto la Fitch considera que el perfil de riesgo del Distrito de Santa Marta es mucho más débil.

He aquí un apretado resumen del informe de la Fitch dadas las siguientes variables:

Solidez en Ingresos: La estructura de ingresos operativos del Distrito presenta una dependencia alta de las transferencias (70%) por lo que la agencia opina que la exposición a este riesgo es alta. En el escenario de calificación la Fitch considera un crecimiento conservador de los ingresos operativos así como un comportamiento de la base impositiva con una sensibilidad moderada al ciclo económico.

Adaptabilidad de los Ingresos: De acuerdo con la metodología de la Fitch se clasifica a las entidades territoriales colombianas como gobiernos tipo B. “En el caso de Santa Marta presenta una de las tasas de desempleo menores a nivel nacional”. En contraste, Santa Marta tiene tasas altas de informalidad que son cercanas a 60% e índices de pobreza extrema superiores a 50%, lo que limita su potencial en el recaudo fiscal. Sin embargo, la agencia espera que en un mediano plazo el crecimiento de sectores estratégicos como el hotelero, servicios y logístico, repercuta positivamente en la formalidad de su economía, lo que lleva a la calificadora a modificar este factor como neutral.

Perfil de Riesgo: La Fitch considera que el perfil de riesgo del Distrito de Santa Marta es más débil.

Solidez en Ingresos: La Fitch consideró las presiones fiscales que enfrenta Gobierno Nacional, las cuales podrían tener un impacto sobre las transferencias nacionales, especialmente aquellas no correspondientes al Sistema General de Participaciones (SGP). La estructura de ingresos operativos del Distrito presenta una dependencia alta de las transferencias (70%) por lo que la agencia opina que la exposición a este riesgo es alta.

Adaptabilidad de los Ingresos: La agencia observa que los municipios tienen cierta discrecionalidad legal para ajustar sus tarifas de impuestos dentro de límites definidos por el Gobierno Nacional; no obstante, la capacidad económica de los contribuyentes es moderada, lo que podría restringir los ajustes en tarifas. Asimismo, Fitch considera las dificultades institucionales para mantener actualizadas las bases impositivas.

Sostenibilidad de los Gastos: El Distrito “tiene responsabilidades en sectores básicos como educación, salud, y agua potable y saneamiento básico, competencias mayoritariamente financiadas con las transferencias del SGP”. En los últimos años, los gastos operativos han presentado crecimientos por encima de los observados en los ingresos operativos. La agencia considera que estos gastos no presentan comportamientos contra-cíclicos altos y, por tanto, espera que su crecimiento sea estable en el mediano plazo.

Adaptabilidad de los Gastos: La estructura de gastos de Santa Marta es relativamente inflexible puesto que los gastos operativos, tanto de la administración central como de los sectores de inversión, representan más de 84% del total.

Solidez de los Pasivos y la Liquidez: La ley 358/97, prevé límites prudenciales para el endeudamiento de las entidades territoriales. El saldo de deuda está denominado en moneda local con tasa de interés indexada más un diferencial (spread), lo cual refleja un apetito bajo de riesgo. La deuda del Distrito a diciembre de 2018, fue de COP113.642 millones, además, la administración espera tomar un nuevo crédito en 2019 por hasta COP30.000 millones.  Por otra parte, se tienen en cuenta las deudas de sus descentralizadas que son financiadas con rentas distritales, tales como: COP58.000 millones por Empresa de Servicios Públicos del Distrito de Santa Marta para modernización de alumbrado público; COP100.000 millones por Empresa Distrital de Desarrollo y Renovación Urbano Sostenible de Santa Marta (EDUS) para proyecto de Malla Vial (respaldado con la sobretasa a la gasolina); COP15.600 millones por EDUS para el proyecto Malecón (financiado por la contraprestación portuaria); y COP55.000 por Sistema Estratégico de Transporte Público de Santa Marta para financiar proyecto de transporte público (soportado con vigencias futuras).

Flexibilidad de los Pasivos y la Liquidez: La Fitch observa que el Distrito de Santa Marta tiene acceso a líneas de crédito de corto y largo plazo con banca local. Además, puede acceder a créditos de tesorería hasta por una doceava parte de sus ingresos corrientes, los que deben ser cancelados al final de la vigencia. El cierre fiscal presenta un porcentaje alto de recursos restringidos lo que hace más débil su posición de liquidez. Aunado a lo anterior, la entidad territorial no cuenta con mecanismos de provisión de liquidez de emergencia de soporte de una instancia superior.

Sostenibilidad de la Deuda: La agencia estima que los balances operativos de Santa Marta se mantendrán positivos en el escenario de calificación. Por ello, la razón de repago se mantiene inferior a 5x en 2023 y la cobertura del servicio de deuda es superior a 1.5. Estás métricas crediticias en estos rangos dan como resultado un puntaje de la sostenibilidad de la deuda de ‘aa’.

Riesgos Asimétricos: La Fitch observa que la planificación del proyecto de infraestructura de acueducto y alcantarillado que sería respaldado con vigencias futuras excepcionales con un valor presente neto superior a COP900.000 millones, podrían continuar presionando la razón de repago de Santa Marta por los compromisos financieros que se adquirirían para su desarrollo.

 

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