Ni una palabra, ni la menor explicación ha dado el rector de la Universidad Sergio Arboleda, Rodrigo Noguera, a quien ayer el país oyó decir entre otras cosas, pública la página de W Radio.
Que está bien adelantar lobbies por fuera de un proceso para favorecer a un implicado.
Que eso no es tráfico de influencias.
Que quien se niegue a aceptar esa conducta, como la fiscal con la que hablaba, es porque no conoce cómo funciona la sociedad.
Que esa es la vida y todos los días se presenta eso. Es decir que el tráfico de influencias para obstruir la justicia debe considerarse normal.
No es la primera vez que el rector Rodrigo Noguera es mencionado interviniendo en casos judiciales. En las grabaciones que fundamentaron la captura y extradición de Luis Gustavo Moreno, zar anticorrupción de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez, aparece el nombre del rector.
El abogado Leonardo Pinilla, alias ‘Porcino’, socio de andanzas de Luis Gustavo Moreno, lo menciona en varias ocasiones. En una de ellas dice: “El día que yo almorcé con Rodrigo Noguera, ese mán si es llave del fiscal”. Se refería al entonces fiscal general Néstor Humberto Martínez.
‘Porcino’ asegura en esa grabación que, almorzando con Rodrigo Noguera y Luis Alfredo Ramos, el rector dijo que había un tema complicado para Ramos en la Sala Penal de la Corte Suprema, pero también que “ese mán (refiriéndose a Noguera) es llave de la sala penal”.
El rector Noguera fue citado por la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que investigó el caso del llamado ‘cartel de la toga’, pero justamente el día que debía declarar no apareció el representante investigador Edward Rodríguez, miembro del partido de Gobierno, el Centro Democrático.
La declaración no se llevó a cabo y nunca se reprogramó. Esa vez, el país también se quedó sin oír las explicaciones del rector Noguera.
Hace unos meses, Leonardo Espinosa, el exfiscal ad-hoc para el caso Odebrecht reveló aquí, en La W, que, en la rectoría de la Universidad Sergio Arboleda, el rector Rodrigo Noguera lo reunió con Óscar Iván Zuluaga.
El propósito del encuentro era pedirle a Espinosa que hiciera “lobby” ante fiscales para lograr la absolución de David Zuluaga, hijo de Óscar Iván Zuluaga. Hablé con el rector Rodrigo Noguera y me dijo, simplemente, que no se acordaba de la reunión. Tampoco hubo explicaciones en esa ocasión.
Espinosa también ha denunciado negocios entre empresas particulares de Noguera y la Universidad Sergio Arboleda que, además de incurrir en evidentes conflictos de interés, han sido lesivos para el patrimonio del centro educativo.
Ante eso, Noguera no ha dado ninguna explicación.
Con cheques de la Universidad Sergio Arboleda, que no es una empresa familiar de Noguera sino una fundación sin ánimo de lucro, fue pagada una finca en el llano que disfruta el rector Noguera.
¿Explicación? Ninguna.
Otra hacienda fue donada por una empresa familiar de Rodrigo Noguera a una fundación de la Universidad. Después esa fundación, le entregó el usufructo de la finca a otra empresa de Noguera.
Frente a la denuncia por esa curiosa triangulación, el rector nuevamente guardó silencio.
También existen denuncias sobre la existencia de nóminas paralelas y pagos a personas que no prestaban realmente sus servicios a la universidad como el condenado magistrado Jorge Pretelt Chaljub, el exministro Andrés Felipe Arias a través de terceras personas, el exalto comisionado Miguel Ceballos y hasta el actual fiscal general Francisco Barbosa quien, siendo consejero presidencial, recibía pagos por unas clases que no daba.
De eso tampoco hay explicación.
Decía Darío Echandía que en Colombia no hay nada más respetable que una larga impunidad. De eso, el rector Rodrigo Noguera es un buen ejemplo.
