Por Álvaro Cotes Córdoba
Ha sido una constante a lo largo de la aún corta carrera política del exrector de la Universidad del Magdalena y hoy Gobernador de nuestro Departamento, Carlos Caicedo.
Para un observador como yo, quien no soy ni nunca he sido político ni me considero politólogo, he notado también que la oposición caicedista tampoco es diferente a la del actual Presidente de la República.
Sin embargo, la oposición coloquial es más terca, necia y tonta a la vez, pues cometen las mismas imprudencias una y otra vez, como si estuvieran padeciendo en la Tierra y no en el Infierno sus similares bucles.
Por ejemplo, en esta última administración que Caicedo asumió desde el primero de enero del año 2020, sus opositores aún con la rabia fresca por la estruendosa derrota que sufrieron en las elecciones regionales de finales del 2019, empezaron a vaticinar lo peor para su administración y a levantarle toda clase de noticias falsas y a calumniarlo y denunciarlo hasta sin pruebas, de ahí que en el transcurso de su administración, fueron más de 80 las declaradas improcedentes y archivadas.
Y no solo yo, sino todo el Pueblo del Magdalena y gran parte del país, sabe de la persecución que sufrió el Gobernador en el gobierno de Iván Duque y quien incluso hizo un pacto con los alcaldes de los municipios del Departamento, para no hacerle caso ni apoyar al mandatario departamental, a cambio de recursos para que hicieran sus obras y quedar bien con sus conciudadanos.
Y como también todo el mundo se dio cuenta, lo único que logró ese mal expresidente en contubernio con los alcaldes, fue retrasar el plan de desarrollo del gobernador Carlos Caicedo y aunque no lo crean, le hicieron un gran favor. Les explico.
Pero antes, déjenme decirles otra gran verdad: Ni Duque ni los alcaldes que se aliaron con él para hacerle la vida imposible a la administración del Gobernador, consiguieron nada para sus intereses políticos, por el contrario, perjudicaron a sus pueblos, porque Duque no les dio lo prometido y ellos terminarán también sus administraciones locales sin pena ni gloria.
Sin embargo, el Gobernador, políticamente, salió más favorecido, por cuanto el retraso de sus proyectos y obras, producto de las maquiavélicas actuaciones del peor presidente que ha tenido este país y los alcaldes que optaron por el engaño consentido, comenzaron a desarrollarse a final del año anterior y en el presente y último que, como todo el mundo sabe, es el año de las elecciones regionales.
Y aunque esos mismos opositores tercos y pendejos, han empezado a chillar ahora, dizque porque el Gobernador está inaugurando obras precisamente en estos últimos meses antes de las elecciones del 29 de octubre, y como se las tiran o se hacen los bobos, les recuerdo que fue por sus mismas culpas, cuando por tres años y en complot con Iván Duque, bloquearon a la administración de Caicedo, para que no ejecutara las obras contempladas en su plan de gobierno. Es decir, ahora son víctimas de sus propios inventos.
A Caicedo, los opositores, siempre terminan ayudándolo al final; o por hacerle daño, no solo lo hacen más fuerte, sino que lo favorecen: Esa no solo ha sido una constante, sino también, al parecer, el karma de la oposición.
