Cuando se habla de la Universidad del Magdalena muchas veces se pone un aura de pulcritud y perfección en la administración de Pablo Vera Salazar. Sin embargo no todo lo que brilla es oro y un ejemplo de ello es la puesta en marcha de un piso para la realización de prácticas académicas en el hospital Julio Méndez Barreneche.
Resulta que hoy, 9 de agosto, la institución anuncia con bombos y platillos que el 10 de agosto llevará a cabo el acto protocolario del inicio de las obras en intervención del sexto piso del Hospital “para la atención de pacientes y formación de estudiantes en el área de la salud, aunar esfuerzos para el impulso de la investigación y el potenciamiento de la red de salud del Departamento”.
El anuncio es llamativo porque en noviembre de 2017 el mismo rector firmaba un acuerdo para obtener el comodato del piso, en el entonces Hospital Fernando Troconis, y las obras se realizarían en un tiempo entre cuatro y cinco meses.
“La habilitación, de acuerdo a las estimaciones de los directivos de la Unimagalena y el Hospítal Troconis, duraría entre cuatro y cinco meses con una inversión aproximada de más de $2.000 millones de pesos”, se publicó en su momento en la prensa local.
En aquella ocasión el mismo rector Vera celebraba la noticia junto a la entonces gobernadora Rosa Cotes y el hoy ex gerente del Julio Méndez Barreneche, Tomás Díazgranados, acusados de ser promotores de la crisis que tiene en jaque al principal centro de salud de los samarios y magdalenenses.
