Región Caribe

A los “viudos del poder”, hasta el coronavirus los hace quedar mal

Por Álvaro Cotes Córdoba

El 23 de abril, Santa Marta registró en los gráficos, una ascensión sorprendente por casos positivos de coronavirus. La línea se disparó hacia arriba como un cohete.

Ese comportamiento gráfico de nuestra pandemia asustó a muchos, nativos y residentes, quienes de inmediato pusieron el grito hacia el cielo y trataron de buscar culpabilidad entre los mismos conciudadanos, porque de forma irresponsable no acataban las nuevas reglas del comportamiento humano, por lo que se presentaron aglomeraciones, pese a que las autoridades locales y departamentales estaban ahí, recordándoles a los ciudadanos guardar las distancias.

Se preveían más contagios para los venideros días e incluso, unos cuantos, más exactamente los “viudos del poder”, tomaron ese reprochable comportamiento ciudadano como bandera de la “guerra” de desprestigio y sabotaje que reactivaron en plena pandemia en contra de los culpables que les quitaron lo que consideran es el “hábitat” de ellos: El poder.

No obstante, ayer, 5 de mayo, es decir, 12 días después, la línea en la gráfica correspondiente a Santa Marta, dio un giro increíble de unos 180 grados hacia abajo, sorprendiendo a todo el mundo, incluso, a los “viudos del poder” del Magdalena, quienes venían tomado la gráfica con la línea disparada hacia arriba, como la “prueba” fehaciente de lo que supuestamente ellos concluyeron tras un “profundo” análisis sobre la disparada línea ascendente: Que tanto la alcaldesa como el gobernador eran los culpables de esa disparada ascensión.

Aunque sea una vergüenza para nosotros decirlo, porque únicamente aquí es donde los “viudos del poder” derrotados en la última contienda política siguen en una inútil e inhumana guerra de desprestigio y obstrucción a las nuevas administraciones, olvidándose de la pandemia y el sufrimiento que en estos momentos vive el pueblo, los “viudos del poder” nuestros, de nuevo, demostraron que sus rabias no los deja deducir bien y por ende sus apreciaciones sobre nuestra realidad continúan siendo muy parcializadas para sus intereses propios.

En lugar de demostrar su preocupación como todos por la manera como muchos samarios han tomado irresponsablemente los cuidados que se deben tener para no contribuir a la propagación del virus en la ciudad, ellos se han dado a la tarea de aprovechar ese irresponsable comportamiento ciudadano, para achacárselo a los menos culpables, es decir, a los gobernantes, quienes son los únicos que han mostrado estar más preocupados por la vida de los samarios y sus condiciones actuales por la crisis, que la aparente y cínica preocupación de los “viudos del poder” en su ahora papel de “críticos” de los actuales gobiernos.

Sin embargo, y esto yo siempre lo he dicho y lo sigo pregonando: al tiempo hay que darle tiempo o con el tiempo la verdad siempre sale a flote y descubre quién o quienes tenían la razón. En esta ocasión, el tiempo volvió a no darle la razón y sus predicciones mal intencionadas, para fines propios, de nuevo quedaron en evidencias. Para muestra un botón:

 

En la imagen de arriba, la evolución disparada del contagio en Santa Marta registrada el 24 de abril y en la gráfica de abajo, el registro del comportamiento del contagio hasta el 05 de mayo, es decir, ayer.

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