Educación

¿Por qué no se habla en la escuela del uso de dispositivos móviles en el aula de clase?

Todo parece indicar que existe aún una fuerte prevención de los docentes ante el uso del computador, de tabletas y/o de teléfonos móviles dentro del aula de clase. La prohibición es la nota predominante sin tener en cuenta el potencial educativo que estos medios ofrecen. En vez de encenderse los dispositivos móviles la orden es, por regla general, apagarlos y guardarlos.

En verdad todos los cambios tecnológicos facilitan los procesos didácticos para innovar y hacer más versátil el proceso enseñanza-aprendizaje. Usar en el aula el propio dispositivo móvil mejora el aprendizaje activo. Este proceso se conoce con la sigla BYOD (Bring Your Own Device). En vez de apagarse los dispositivos móviles dentro del aula o, más grave aún, prohibir su uso en la escuela, la idea hoy es completamente diferente: hacer uso de ellos para acceder a una información pertinente, conectarse con otros contextos educativos y constituir grupos de aprendizaje. De esta manera el estudiante aprende a usar una variedad de medios y recursos disponibles para su progreso escolar.

En un texto de la UNESCO (Mobile learning o m–learning), se reconoce que el aprendizaje puede y debe apoyarse en dispositivos móviles. Destaca el organismo internacional sus implicaciones para la planificación y la formulación de políticas educativas y, a su vez, manifiesta que en estos momentos en el mundo los modelos más populares le entregan, sin costo alguno, a cada alumno el dispositivo móvil acompañado de la estrategia BYOD (https://goo.gl/aPNkwB). Este fenómeno ya viene ocurriendo desde hace muchos años con una amplia generalización en el sector empresarial, en el cual los trabajadores hacen uso de ispositivos móviles para acceder a la información de la empresa y también a otros recursos en la Web.

En un estudio la empresa CISCO encontró que el modelo BYOD está generalizado en todo el mundo hasta llegar en algunos países al 90% de las empresas. Los resultados son que incrementa la productividad, la innovación, la satisfacción de los empleados, además, ayuda a reducir los costos en tecnologías (https://goo.gl/Mi2tDK). También ha sido usado en educación superior, por ejemplo, en una Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud (https://goo.gl/bxgYNN) con reducción en costos en recursos tecnológicos.

Dice el educador E. Batista (2019) que “las estrategias de aprendizaje BYOD no excluyen el uso de otra variedad de experiencias didácticas exitosas que han tenido los maestros. Tampoco exige que cada alumno tenga o use un dispositivo; éste puede ser compartido por varios miembros de la clase o del grupo de aprendizaje cuando se incluyen a alumnos de diferentes grados. Con la variedad de procedimientos con los que pueden aplicarse estrategias de aprendizaje con el BYOD, se redefine el aula y condición de “estar en el aula”.

Los alumnos aprenden a trabajar en ambientes informatizados lo que es una esencial habilidad en el futuro cercano para su desempeño laboral y como ciudadano participativo, colaborativo y solidario en una democracia”.

En el caso colombiano, donde la calidad educativa está siempre en tela de juicio, la innovación en la enseñanza apoyada en dispositivos móviles nos permitiría mejorar la pertinencia de los proyectos de enseñanza-aprendizaje y la flexibilidad en contenidos, medios y recursos. Generaría una mayor comodidad para aprender nuevos conceptos o procedimientos, en la medida en que el alumno hace uso de un medio que de antemano conoce y en el que tiene algún nivel de experticia en su uso cotidiano. Diríamos que no basta con el reconocimiento que el alumno es un nativo digital, ya que es necesario que aprenda a usar dichos recursos digitales para proyectos de enseñanza-aprendizaje específicos y continuos. Ante el hecho de que no todos los estudiantes tienen dispositivos móviles, la escuela tendrá que ponerlos a disposición en condición de préstamo o de uso según la necesidad y oportunidad.

Es importante señalar que el BYOD no se refiere sólo a que se lleven los dispositivos al aula, sino que se precisan modificaciones pedagógicas más allá del aula tradicional que permita usar el potencial de los dispositivos para el aprendizaje y, también, generar familiaridad de los alumnos para con los mismos. Se requiere por lo tanto de una infraestructura de conectividad apropiada y formación específica de maestros, directivos escolares y los mismos padres de familia.

Para que esto sea posible se requiere que los gobiernos, nacional o territoriales, reconozcan esta posibilidad como parte esencial de nuevas prácticas educativas dentro de un nuevo modelo educativo. No sobre decir que la selección de herramientas y contenidos curriculares son determinados por el proyecto de enseñanza-aprendizaje y no por la tecnología en sí misma. Ofrece el BYOD otra opción para la transformación de prácticas pedagógicas y para la promoción de aprendizajes basados en participación activa de maestros, de alumnos y de los padres de familia.

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