Por Álvaro Cotes Córdoba
El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, se tardó 4 años para venir a decir en Santa Marta lo que se conoce desde hace 3.000 años antes de Cristo: Que “la falta de agua afecta el derecho a la vida digna”.
Y lo hizo precisamente a 2 meses de las elecciones regionales. Y como dice un refrán popular: “Al pato se le conoce por su cagada”. Me explico:
Primero fue el fiscal Barbosa, quien intentó infructuosamente meter preso al gobernador Carlos Caicedo; después vino la Procuradora y quien trajo por los cabellos un pliego de cargo en contra del seguro sucesor del actual Gobernador, es decir, contra Rafa Martínez y ahora, el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien por primera vez viene a Santa Marta, dizque “preocupado” por el agua y salud de los samarios, ya al final de sus cuatro años al frente de esa entidad y en donde brilló por su silencio, nos dice también que no solo el agua es vital, sino que “es urgente la reapertura del puesto de salud Olaya Herrera en Santa Marta”.
Pero durante su defensoría no dijo ni “mu”, cuando @IvanDuque intervino la ESE Distrital y generó un retroceso, una mala situación de los centros y puestos de salud, no pagó a trabajadores, hizo despidos masivos, cerró puestos y centros rurales y no dieron un peso para su mantenimiento.
Sin duda, estos tres alfiles ponzoñosos que nos dejó el presidente alacrán que tuvimos por desgracia y en plena pandemia, son la clara demostración de la política de venganza y odio que practica el uribismo, contra los que no los obedecen o no son de su misma ideología o calaña.
