Quienes propiciaron el amañado debate de los candidatos a la Gobernación del Magdalena, quedaron viendo un chispero. Pensaron montar una celada a Carlos Caicedo para favorecer al Mello Cotes y el tiro, francamente, les salió por la culata. Lo primero que se hizo visible es la básica visión que tiene el Mello Cotes sobre la política. Es un candidato que da muestras de no estar preparado para gobernar al Departamento del Magdalena así haya sido en el pasado reciente, por obra y gracia de su familia, Gobernador. Recurrió, durante todo el debate, a frases manidas o de cajón, bajo la pretensión que ahora sí va a convertir al Departamento del Magdalena en un paraíso terrenal. Se le olvida que su clan familiar lleva 8 años gobernando y el Departamento del Magdalena, según los indicadores socioeconómicos oficiales, es uno de los últimos de Colombia entera.
En primer lugar, no se entiende que quien tuvo la oportunidad (se le apareció la Virgen como se dice popularmente) de haber sido Gobernador del Magdalena no hubiese aprovechado el tiempo libre durante cuatro años para prepararse mejor; ¡pero no! Al escucharlo, el Mello Cotes sigue siendo más de lo mismo o algo peor. Es claro que no representa los intereses más sentidos del Departamento, en especial, de los sectores más excluidos del desarrollo y del bienestar social. Eso tal vez obedece a una manera de ver los cargos más importantes del Estado, como si estos fuesen objetos de su propiedad, dada la riqueza y las razones de “nobleza” que siempre pretenden atribuirse las élites o clanes de Santa Marta y del Departamento del Magdalena.
En segundo lugar, procuró a toda hora, a la manera de una muletilla, echarle “vainas” a la alcaldía de Carlos Caicedo cuando todo el mundo sabe que el exalcalde finalizó siendo el segundo mejor alcalde del país, a tan solo un punto porcentual del entonces alcalde Gaviria, de la ciudad de Medellín. Por el contrario, el flamante Mello Cotes, el exgobernador, quedó, en las mismas encuestas de CM&, entre los 5 peores gobernadores de Colombia. Todos sabemos que en verdad el Mello Cotes se había ganado la oportunidad de ser gobernador del Departamento del Magdalena por sustracción de materia, ya que los que más sonaban estaban bien empapelados en los organismos de control y los estrados judiciales.
Lo anterior tal vez explique que en el debate del Mello Cotes con Morelo y Torres hubiese quedado el primero como un candidato escaso en propuestas serias para mejorar las condiciones del Departamento. Además, quedó como un candidato muy mal informado, a pesar de haber sido antes Gobernador, ya que era corregido permanentemente por los otros dos participantes, especialmente, por el candidato del Polo Democrático Alternativo. No le fue peor porque Carlos Caicedo decidió no asistir para no hacerle el juego a la celada de sus detractores de oficio e idiotas inútiles del Mello Cotes. Es decir, el tiro, a los “equilibrados” organizadores, les salió por la culata. Si es que trataron de mejorarle la deteriorada imagen al Mello Cotes, la cosa les resultó peor, o sea, un auténtico y resonante fiasco. Seguramente entre los convocantes andan buscando el responsable. Y con seguridad tiene que haberlo.
Lo que sí debe saber la campaña del Mello Cotes es que la platica invertida en contratos con los personajes de Seguimiento.com, Opinión Caribe, Radio Magdalena, Radio Rodadero, El Articulo.co, Código Prensa, Revista 7, Defrente y Radio Galeón, entre otros, no les ha dado los resultados esperados y quienes hoy se desgañitan en ciertos medios radiales y digitales (convertidos en verdaderos comandos electorales del Mello Cotes) contra Carlos Caicedo, se han chocado contra una pared que es la opinión pública en su favor. Según Sumario TV, sumados los contratos suscritos por la Gobernación del Magdalena y CORPAMAG, de los que han sido beneficiarios los organizadores del supuesto debate de los candidatos a la Gobernación del Magdalena, alcanza la no despreciable cuantía de 4 mil 800 millones de pesos. Una jugosa suma, a todas luces, pero además, se pudo confirmar que uno de los organizadores ofrecía el pago de 200 mil pesos a cada emisora comunitaria en el Magdalena para su retransmisión. Y eso, sin contar el deplorable papelón del Pibe Valderrama quien terminó siendo la cereza del desagradable pastel. Como cualquier circo aldeano, los que lo montaron terminaron quedándose con la plata sin cumplirle al patrocinador.
Todo nos dimos cuenta que le cogieron la plata al Mello…
