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Peregrinos

“Es un momento duro, feo y fuerte, en el que puede pasar lo peor. 

Todos para todos. Muchos podemos morir.

Porque en Colombia el solo hecho

de ser joven y estar en la calle

es arriesgar la vida. Todos podemos morir.

¿Uno cómo va a dejar a su pueblo?

¿Cómo no va a salir a marchar?

¿Uno cómo no va a salir a protestar? 

Toca asumirlo, ojalá que el espíritu nos guíe 

y nos cuide para que podamos sobrevivir

y crear un mundo nuevo, un mundo mejor.

 

Estamos a punto de vivir lo más

doloroso que nunca hayamos vivido,

pero todavía podemos detenerlo.

De eso se trata.”

Lucas Villa 

(5 de mayo de 2021. Horas antes de recibir ocho disparos desde una camioneta)

Por. Fabián Bolaño.

Peregrinos. Los peregrinos son personas que deciden andar por algo más grande que ellos mismos, habitualmente por vocación.

Hoy millones de colombianos peregrinamos.

Comprendimos que la estela de sangre, dolor, saqueo, desesperanza y miseria que se han extendido en los últimos 19 años nos han traído a un punto de no retorno, de cambio, de modificación estructural en nuestro sistema político, cultural, económico, social.

Entendimos que desde hace 90 años, desde la Masacre de las Bananeras, unas y unos terratenientes monocultivadores decidieron ocultar la máxima afrenta que alguna vez se ha dado sobre población civil en Colombia, se mimetizaron entre los órganos del gobierno y se replegaron por el Caribe, Antioquia, Cundiboyacá y el Gran Cauca. Que hace 200 años quizá parte del ejército no se formó para darnos libertad sino para cuidar las fincas de los criollos que no querían pagarle más impuestos a la corona, de ahí una de las grandes razones de la confrontación Santander-Bolívar.

Nos dimos cuenta que hace 250 años familias, descendientes del antiguo imperio español, se anquilosaron en la comunidad. Volviéndose élites regionales, que 200 años después varias de esas familias derivaron en grupos narcotraficantes.

Que hace 170 años no hubo libertad de partos sino exclusión social. Cada vez más agudizada para con los desarraigados que a la fuerza fueron traídos a América e hicieron de este continente el suyo.

Que hace 450 años las capitulaciones y las indulgencias dadas a los dueños de esta tierra no fueron más que un apaciguante para después masacrarlos y aún en estos tiempos dispararles desde camionetas blancas, mientras marchan en paz, solo con bastones de mando, utilizando la palabra.

De todo eso nos dimos cuenta.

Pero también nos dimos cuenta que tenemos riquezas sin par, que tenemos inteligencia para solucionar los problemas comunes, que tenemos cultura para decirle al mundo como ser felices, que tenemos arte y ciencia para cambiar para bien la historia.

Así que, a pesar de las balas y la represión, seguimos peregrinando por un mejor país, por una mejor familia, por una mejor realidad. Hasta que los regímenes y pandemias de dolor, muerte, pobreza y salud terminen.

Hasta que todos los Lucas Villa que hay en cada ciudad y en cada barrio y en cada casa puedan protestar, expresarse y bailar en paz.

Por Lucas Villa, por las y los peregrinos, por las y los marchantes.

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