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“No hay peor cuña que la del mismo palo”

Por Álvaro Cotes Córdoba

Si bien es cierto que hay un adagio que dice, que todo pueblo merece sus gobernantes, en Santa Marta aún existen unos cuantos que lo anhelan de nuevo. Cuando se había cruzado ese paradigma y la ciudad al fin había encontrado un derrotero sin igual o el mejor y más conveniente para ella, los retractores que todavía persisten e insisten en volver al pasado, a seguir viviendo entre la corrupción y la paquidermia, están felices porque creen que se les abrió una ventana por donde colarse para entrar de nuevo al lugar en el que nunca debieron salir los que hoy defienden a capa y espada, sin importar las consecuencias, algunos muy interesados y otros sin querer queriendo.

La situación política de Santa Marta sigue siendo un tema de debate y controversia para muchos ciudadanos que defienden el presente y futuro de su ciudad frente a aquellos que añoran y añoran los “buenos tiempos” del pasado.

Es cierto que la ciudad ha tenido que enfrentar grandes problemas en su pasado, desde la corrupción y la impunidad hasta la ineficiencia en la gestión de recursos y la falta de atención a las necesidades y requerimientos de sus ciudadanos. Sin embargo, es innegable que Santa Marta ha dado grandes pasos en los últimos 12 años, para superar estos obstáculos y avanzar hacia un futuro próspero y sostenible.

Desde la implementación de una serie de políticas públicas para promover el turismo y la inversión en la ciudad, hasta la construcción de importantes infraestructuras y la gestión eficiente de los recursos, Santa Marta ha demostrado que puede ser una ciudad dinámica y exitosa.

Ha sido precisamente gracias a la perseverancia y el compromiso de sus actuales líderes y ciudadanos que la ciudad ha logrado salir adelante, a pesar de los obstáculos y desafíos que ha tenido que enfrentar. Pero aún así, hay quienes insisten en seguir viviendo en el pasado, añorando las épocas corruptas y fallidas de la ciudad.

Estos retrógrados no solo representan una amenaza para el progreso y desarrollo de la ciudad, sino que también ponen en riesgo la confianza y la credibilidad del resto de los ciudadanos, al pretender regresarnos y por ende perpetuar un sistema corrupto e ineficiente que solo beneficia a unos pocos a expensas de los demás.

Es por eso que los ciudadanos de Santa Marta deben ser conscientes de la importancia de elegir líderes comprometidos con el bienestar y el progreso de la ciudad, y no permitir que aquellos que defienden el pasado corrupto vuelvan y obstaculicen el camino hacia un futuro mejor. La ciudad merece lo mejor y solo podrá alcanzar su máximo potencial si se mantiene decidida y comprometida en el camino del progreso y la transparencia. Por eso hay otro refrán muy popular que dice: “No hay peor cuña que la del mismo palo”.

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