Colombia

Un aislamiento que se prolonga

Por: Jorge Soto Daza

Hasta el 15 de julio se extenderá la cuarentena que comenzó el pasado 25 de marzo como una medida general, y que poco a poco ha ido cediendo hasta permitir jornadas como la del pasado día sin IVA, del 19 de junio, en la que todas las personas tuvieron licencia de salir a comprar toda clase de productos en el comercio. La idea de la cuarentena es que el aislamiento preventivo obligatorio impida que el coronavirus que generó la pandemia de covid-19, pueda extenderse muy rápido y que permita fortalecer el sistema de salud, de tal manera que no colapse con el aumento de los contagios.

En medio de esta decisión vendrán nuevos desafíos en el camino de la reactivación económica y el cuidado de la salud de todos. Está previsto que los días 3 y 19 de julio se tendrán nuevas jornadas sin IVA, lo que podría llevar a nuevas aglomeraciones como las registradas en algunos comercios de ciudades como Bogotá, Barranquilla, Medellín, Santa Marta, Pereira y Cali.

De todos modos, se teme que los desórdenes de los recientes puentes festivos hagan que en dos semanas, se tenga un crecimiento de la curva de contagios por encima de lo esperado, lo que haría que se tengan que adoptar nuevas medidas de ajuste, cuando lo que se quiere y necesita es ir avanzando en reabrir actividades, que han estado cerradas desde marzo, como el transporte intermunicipal e interdepartamental, los aeropuertos, la atención en restaurantes y otros establecimientos comerciales de atención al público, los lugares turísticos, los eventos deportivos y espacios de entretenimiento que podrían regresar en medio de estrictas medidas de bioseguridad.

Sin duda, lugares en los que la expansión de la enfermedad ha estado controlada, podrán ser más ambiciosos en la reactivación económica, mientras que aquellos donde los contagios crecen cada día en forma desmedida, tendrán, por el contrario, que tomar medidas más estrictas de confinamiento, para tratar de recuperar el control.

En medio de este camino pedregoso, en el que hay que darle vuelo a la economía, al mismo tiempo que es fundamental cuidar la salud de todos, la disciplina social es la clave. Si la gente sale a la calle tomando en cuenta la obligatoriedad del tapabocas, el lavado de manos y desinfección permanente y la distancia mínima entre personas, no tendría por qué acelerarse la velocidad de contagios. El problema es cuando se hace caso omiso de estas reglas mínimas y las personas terminan yéndose de paseo o haciendo fiestas, lo cual se puede convertir en complicados focos de contagio.

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