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La diputada que no le objetó ningún proyecto al clan de los Cotes vuelve y arremete contra el gobierno del que los alejó del poder

Otra vez, siguiendo el mismo guión del año pasado, la diputada Claudia Aarón, a quien señalan de ser la que más defiende a los clanes del Magdalena, sobre todo a las administraciones de los Cotes, volvió a ejercer la función por la cual no fue elegida, es decir, liderar la oposición a la gestión del gobernador Carlos Caicedo, obstaculizándoles los proyectos para que no quede bien con el pueblo que lo eligió unánimamente y armándole paquitos o falacias sin importar que después quede como la más mitómana de todas las mitómanas.

Este año, luego de disfrutar inmerecidamente dos meses de vacaciones, la ahora presidente de la Duma departamental, en apenas dos sesiones ordinaria de la Asamblea, ya volvió a mostrarse que va a seguir con los mismos y las mismas. Es decir, va a continuar con el guión o chip de oponerse a todo lo bueno que genere el actual gobierno departamental.

La estrategia como ya es bien conocida desde el principio del año anterior, es frenar el cambio en el Magdalena, para luego achacarle al Gobernador Carlos Caicedo, el poco avance.

Hay que recordar que en el primer año de administración del mandatario departamental, la Asamblea no dio facultades y aprobaron cierre de balance en septiembre de ese mismo año. Es decir, como no tienen nada qué mostrar de bueno para el pueblo que los eligió, acuden a la desinformación o a mentir por las redes sociales sobre que el mandatario departamental poco ha hecho no por ellos, sino por él mismo, cuando todo el mundo en el Magdalena sabe la supuesta estrategia maquiavélica con la que vienen actuando desde incluso antes de que el Gobernador asumiera el cargo y la cual se habría acordado en el primer pacto que hicieron, también conocido como “El Pacto de La Marina”.

Es lamentable que una diputada que salió del pueblo, porque ella no es de las familias élites ni tradicionales del Magdalena, sea ahora la defensora hasta morir políticamente de esos clanes o familias y se olvidó del pueblo que la volvió a elegir, por segunda vez, para darle tal vez una segunda oportunidad, ya que en la primera y durante la administración de los Cotes, brilló por su ausencia, no le objetó ningún proyecto, antes por el contrario, trabajó de la mano de Rosa Cotes, por lo tanto se podría decir que fue hasta en parte cómplice del millonario detrimento económico que el gobernador Carlos Caicedo denunció ayer, luego de que un equipo de su gabinete departamental terminara una exhaustiva investigación en las arcas de la Gobernación y que, al parecer, detectara que los anteriores gobernadores, entre el 2009 y 2019, dilapidaron inmisericordemente más de 275 mil millones de pesos y los cuales no llegaron a convertirse en obras para el pueblo del Magdalena.

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