Las autoridades europeas intentan encontrar la fórmula para detener los contagios del coronavirus, pues la pandemia ha dejado en ese continente más de 256.000 muertos.
El último reporte de Alemania indica que en las últimas 24 horas van más de 11.000 contagios. El presidente de vigilancia sanitaria Robert Koch, Lothar Wieler, advirtió que el virus podría “propagarse de forma descontrolada”.
Por esto la canciller Ángela Merkel se limita a apelar a la responsabilidad individual e invita a la población a “quedarse en casa” en la medida de lo posible.
Otra nación en problemas es Suiza que también cuenta con el civismo para frenar la pandemia, pero la presidenta Simonetta Sommaruga, dijo que si la curva de contagios “no retrocede hasta el miércoles próximo, habrá que tomar decisiones que van más lejos”.
En Irlanda, donde el confinamiento recién aplicado daba al centro de Dublín un aspecto de soledad. “Es un poco lúgubre y turbador”, dijo a la AFP Sunniva O’Flynn, de 57 años, en una calle casi desierta durante lo que normalmente sería una hora punta.
“Hay de nuevo esa especie de nube de tristeza por el hecho de que la ciudad esté abandonada”. Este es el primer país europeo en decretaron un segundo confinamiento general. La pandemia ha cobrado casi 1.900 vidas en esta nación de menos de cinco millones de habitantes, según las cifras oficiales, que también muestran un fuerte resurgimiento de los contagios 1.167 nuevos casos positivos registrados.
En Lombardía, al norte de Italia, nuevamente se decreta toque de queda de tres semanas y en Campania el presidente de la región, Vincenzo De Luca, anunció la prohibición de salir de casa desde el viernes.
De la misma manera en España la situación es preocupante, pues es el primer país de la Unión Europea y el sexto del mundo que ha superado el millón de contagios.
