Magdalena

Los bingos de Rosa, lo único que extrañarán de la familia Cotes Vives

Durante más de 12 años, la actual gobernadora del Magdalena, Rosa Cotes, nos entretuvo con sus acostumbrados bingos de final de año que realizaba para comprarles los aguinaldos a los niños pobres de Santa Marta y el Magdalena.

Una costumbre sana que los magdalenenses, sobre todos los niños, auguraban casi siempre los finales de año. Igual sucedía con los adultos, quienes acudían en masa a jugar el bingo, cada mes de octubre, con la ilusión de salir ganadores con los premios donados por las empresas.

Desde carros cero kilómetros, motocicletas, juegos de sala y comedor, hasta neveras, estufas, aires acondicionados, hornos microondas, abanicos, elementos de cocina y del hogar, se rifaban en el emblemático bingo y en el que se registraban casi siempre más de 100 ganadores.

La idea del bingo la comenzó a aplicar Rosa Cotes con el programa Caravana de la Felicidad, desde que era gestora social en la administración de Chico Zúñiga, su esposo, cuando fue Alcalde de Santa Marta. Después trasladó el evento al departamento del Magdalena, cuando El Mello Cotes, fue elegido Gobernador, pues ella siguió como gestora social ante la soltería de su sobrino.

En cada edición, el bingo convocaba a cientos de personas que participaban de todas las actividades y concursaban por los maravillosos premios. Sin duda resultaba muy placentero para los participantes que, aún cuando no todo el mundo ganaba, salían satisfechos por el deber cumplido, pues con sus aportes en la adquisición de los cartones del juego, los cuales en el último bingo realizado el pasado mes octubre, tuvieron un costo 30 mil pesos cada uno, contribuían a que con ese dinero se les comprara los regalos a los niños y quienes los recibían en Navidad.

Gracias a las utilidades del bingo, se compraban y entregaban más de 500.000 regalos a menores de edad entre 1 y 8 años, en los 29 municipios magdalenenses. Un equipo conformado por más de 30 personas recorrían después el Departamento durante 20 días y se encargaba de llevar esos juguetes a los lugares más recónditos, con jornadas recreativas y públicas que involucraban a toda la comunidad.

“Es lo único que extrañaremos de esa familia, aunque el programa podría ser rescatado también por la gestora entrante, ya que se trata de una actividad más social que política”, dijo una asidua concursante que no se perdió de uno de los más de 12 bingos que realizó Rosa Cotes a lo largo de la permanencia en el poder local y departamental de la familia Cotes Vives.

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